Martes, 23 de mayo de 2023
Hoy en día, el mundo está marcado por dos grandes tendencias de tipo social y empresarial. La primera de ellas es la transformación digital, que nos lleva a todos, ya sea en el plano personal o en el profesional, a adoptar cada vez más tecnologías en nuestro día a día. El culmen de esta revolución tecnológica, que no ha hecho más que empezar, será el uso de herramientas como el big data, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) o el Blockchain, entre otras.
La segunda tendencia es el desarrollo sostenible. El Pacto Verde Europeo es claro en este sentido: en 2050, los estados miembros de la UE deberán ser neutros en emisiones de dióxido de carbono. Esto va incluso más allá de una lucha puntual contra el cambio climático: se trata de que, entre todos, logremos la descarbonización de la economía.
Twin transition: tecnología y sostenibilidad, de la mano
La pregunta es: ¿hay alguna forma de que las dos tendencias más importantes de nuestra historia reciente trabajen juntas? Sí que la hay, y esa forma se llama twin transition, un modelo en el que la tecnología disruptiva y la lucha por la sostenibilidad se dan la mano para construir un mundo más eficiente y sostenible.
Así lo reflejan numerosos estudios. Entre ellos, el más destacado es el 'Towards a green and digital future - Key requirements for successful twin transitions in the European Union', elaborado por el Joint Research Center de la Unión Europea. En dicho informe, el JRS detalla cómo las diversas tecnologías pueden reducir o eliminar las emisiones en varios ámbitos de actuación.
EN TU CASA
Imagínate que te levantas y, más allá de echar un vistazo rápido por la ventana, quieres saber qué pasa ahí fuera. Unas gafas de realidad aumentada podrán darte diversa información: qué tiempo hace en la calle, si va a llover o no, cuál es la calidad del aire, qué niveles de polución existen, etc.
Este seguramente el escenario más futurista, pero hay muchos más terrenales. Merced a la combinación de big data e inteligencia artificial, podrás saber cómo va a evolucionar el tiempo en los próximos días, ya que los dispositivos que lo hagan tendrán información suficiente sobre días similares al de hoy y qué pasó años atrás en circunstancias parecidas. Con dicha información, la inteligencia artificial se encargará de prever cualquier fenómeno atmosférico.
El Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) también te dará mucha información. Por ejemplo, podrá indicarte los niveles de humedad de tus plantas para saber cuáles necesitan más o menos agua. Y en tu consumo diario, también será muy útil: podrás saber a qué hora es mejor poner la lavadora para consumir menos agua y luz, cuándo alcanzas una temperatura idónea en casa para poder apagar la calefacción, etc. Y es que, como afirma David Villaseca, Chief Digital Officer de Cepsa, con el IoT “los clientes se transforman en prosumidores, es decir, son, al mismo tiempo, consumidores y productores de energía, por lo que disponen de un mayor control de consumo, gasto y ahorro y generan nuevas demandas que tienen que cubrirse con servicios innovadores”.
Por último, incluso el Blockchain podrá ayudarte en tus tareas diarias. Imagina que vas a comprar al supermercado y, entre el amplio abanico de marcas, quieres premiar a las más sostenibles. El Blockchain permitirá establecer una trazabilidad de los alimentos, con lo que podrás saber dónde han sido cultivados o fabricados, cuándo y desde dónde se han transportado… Con toda esta información, podrás optar por aquellos alimentos que tengan una menor huella ecológica.
EN LA CIUDAD (Y FUERA DE ELLA)
La twin transition será especialmente útil en el ámbito urbano y, sobre todo, en la gestión de los recursos públicos. Si conoces el concepto de smart city, sabrás que las administraciones públicas podrán instalar sensores para saber cuándo regar (o no) una zona verde, cuándo y dónde poner iluminación externa en las calles de un barrio o en qué momento se llenan los contenedores y deben ser recogidos. Con ello se podrá ahorrar agua, luz, desplazamientos y personal.
Los sensores también incidirán en la gestión del tráfico, ya sea en las calles o en la carretera, especialmente con la ayuda de la inteligencia artificial y el big data. Los primeros serán capaces de medir la mayor o menor congestión del tráfico en determinadas zonas o incluso la producción de un accidente. Por su parte, los datos y la Inteligencia Artificial (IA) recogerán información en tiempo real, la procesarán y, con todo ello, serán capaces de prever (y reducir) los atascos o incluso de evitar accidentes.
Incide en todo ello Villaseca, ya que “la digitalización puede ayudar a mejorar la gestión del tráfico y la planificación de rutas, lo que puede reducir los atascos y las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Existen ya algunos ejemplos de ciudad de tamaño medio que pone en práctica algunas de estas iniciativas. Es el caso de Santander, ciudad pionera a la hora de poner en marcha con aplicaciones reales la tecnología IoT. ¿Cómo? Mediante miles de dispositivos distribuidos en las calles y que permiten conocer en tiempo real el estado de todos los servicios muncipales, tales como gestión del agua, residuos, movilidad o alumbrado.
EN LAS EMPRESAS
Para el ámbito empresarial, la conjunción de la tecnología y el desarrollo sostenible será fundamental para que las compañías sean más eficientes. Las posibilidades son infinitas, pero ahí van algunas: “El uso de IoT en centros industriales”, recuerda, Villaseca, “permite realizar una captura de datos de proceso y sensórica en tiempo real, de forma que podemos optimizar los procesos de producción, ahorrando energía y siendo más sostenibles”. Y es que esta tecnología puede medir los índices de humedad de los cultivos, la explotación de las cadenas de montaje industriales, el estado de los productos o incluso la salud de los materiales que componen un coche, un gran edificio o un asfalto. Además, la IA y el big data ayudarán a estas empresas a evaluar sus procesos, ver dónde hay formas de mejora y, en definitiva, ser más eficientes.
En este ámbito, el Blockchain también será esencial, sobre todo por su capacidad de hacer una trazabilidad de cualquier producto o proceso. Merced a esta tecnología, las compañías podrán comprobar la veracidad de datos de sus proveedores o clientes, pero también ofrecer dicha trazabilidad a los consumidores que quieran comprobar la huella ecológica de dichos productos.
Como vemos, los ejemplos son muchos y muy diversos, pero todos ellos están al servicio del mismo objetivo: que la tecnología y la sostenibilidad unan sus fuerzas para que la twin transition sea una realidad.¿Te ha parecido interesante?