Miércoles, 8 de junio de 2022
No hace tanto que las empresas y el medioambiente se entendían por separado. Pero ante la necesidad de avanzar hacia un modelo económico más sostenible, el paradigma ha cambiado, convirtiendo a las compañías en un elemento clave para la protección y conservación del entorno. El objetivo ya no es sobrevivir en el mercado, sino en el planeta. Y en este contexto, son cada vez más las organizaciones que buscan reducir el impacto de su actividad en el entorno. Cepsa es una de ellas, y se ha comprometido a dibujar una hoja de ruta que permita satisfacer la creciente demanda energética sin perder la perspectiva medioambiental. Marien Benavente, su responsable de Protección Ambiental Corporativa, está participando en primera persona de la transformación de una de las grandes empresas del sector energético.
La figura del ‘responsable de Medioambiente’ está ganando cada vez más peso dentro de los organigramas. ¿Qué funciones tiene?
El puesto, que es verdad que es relativamente nuevo en algunas compañías, o que se está potenciando un poquito más, viene derivado de que la sociedad cada vez demanda productos, procesos y comportamiento más sostenibles, y para conseguir adaptarse a la demanda, las empresas requieren de expertos que les asesoremos en esa mejora del medioambiente diario.
Nos encargamos de recoger guías, de asesorar al cumplimiento de mejores prácticas a los negocios, a los clientes, y, en general, a todas nuestras áreas de interés. Recogemos esas guías, les ayudamos, proponemos procedimientos y políticas… Intentamos, sobre todo, alcanzar un grado de excelencia en el cuidado de nuestro entorno.
¿Por qué para una empresa debería ser una prioridad cuidar el medioambiente?
Creo que para las empresas debe ser una prioridad, porque también lo es para la sociedad. Nosotros tenemos que comprometernos como empresa a cuidar a nuestros clientes y a nuestros empleados, y eso no pasan ni más ni menos que por cuidar el medioambiente. Y, además, tenemos que asegurarnos de que todos nuestros procesos son rentables y sostenibles; sostenibles en todas sus facetas.
¿Cuáles son los principales hitos que se han alcanzado en los últimos años?
A nivel empresa se han conseguido muchos avances en los últimos años. Creo que el hecho de que la sociedad demande cada vez productos más sostenibles ya es un avance. Se han desarrollado políticas de aire limpio, se están focalizando en los temas de aguas como nosotros aquí en Cepsa, se está hablando o poniendo el foco en los temas de cambio climático o la economía circular, para poder mantener los recursos el mayor tiempo posible dentro del proceso productivo. Yo creo que esos han sido algunos de los grandes avances que hemos experimentado desde hace unos años hasta ahora.
El agua es uno de los grandes retos medioambientales de las últimas décadas, en lo que respecta a su gestión, consumo, uso industrial, conservación, etc. ¿Por qué es uno de los grandes focos de actuación para Cepsa?
¿En qué otros proyectos con impacto has tenido la oportunidad de participar a lo largo de tu carrera?
Guardo con especial cariño uno en el que hace unos años participé en la elaboración de las mejores técnicas disponibles, desde el punto de vista ambiental, para el refino y para la química, representando a España dentro de la Comisión Europea. En Cepsa, desde que soy responsable de Medioambiente, he podido impulsar temas relacionados con la gestión del agua, como comentaba, y otros enfocados a la mejora de la calidad del aire y, más recientemente, a la gestión de residuos. Pero, sin duda, el más reseñable es, como he comentado antes, el poder haber trabajado y conseguido la fijación de ambiciosos objetivos de reducción de captación de recursos hídricos globales como compañía. Es un verdadero hito en el que estoy orgullosa de haber podido participar.
¿Qué fórmulas o indicadores son más eficientes para monitorizar y analizar el impacto ambiental de una empresa?
Para analizar el avance de las empresas hay distintas fórmulas. Yo confío mucho en los sistemas de gestión ambiental que cada vez nos van obligando un poco más a las empresas, nos van haciendo comprometernos y nos empujan a tener objetivos cada vez más ambiciosos. Hay otro tipo de métricas muy conocidas también que son los ‘ratings ESG’, que tienen un apartado de medioambiente en el que nos analizan, nos preguntan y nos comparan. Además, nos ayudan y nos dan ese ‘feedback’ para saber también por dónde podemos seguir impulsando temas, para seguir asentando nuestros compromisos.
Y en esa consecución de objetivos, ¿qué papel juegan los empleados?
El papel del empleado es fundamental. Nuestras políticas en muchas ocasiones incluso emanan de nuestros empleados, y lo que tenemos que hacer es que sientan ese ADN como propio; porque, al final, también lo consideramos un cliente y nos comprometemos a cuidarlo. Además, un empleado comprometido se lo cree y lo contagia su entorno, con lo que conseguimos un efecto multiplicador en la sociedad.
¿Cómo influye la innovación en el cuidado del medioambiente?
La innovación a nivel de protección ambiental es fundamental. Es imposible seguir desarrollando procesos y productos nuevos, y más respetuosos cada vez, si no pasamos por la vía de la innovación. Es el punto cero, el punto de partida. En Cepsa, por ejemplo, tenemos distintos grupos de trabajo en los que los departamentos de innovación y desarrollo tienen un peso muy importante. Ahora, precisamente, estamos trabajando en nuevos proyectos de economía circular y lo que buscamos es poder utilizar material que se iba a tirar, que era un residuo, para darle una segunda vida como materia prima en nuestros procesos y volver a obtener un producto para ponerlo en el mercado. En este sentido, la ayuda de la Administración Pública, con legislación como la recientemente aprobada Ley de Residuos, nos da facilidades para poder acometer proyectos más ambiciosos en lo relativo a la economía circular. La contribución de las empresas es importante para conseguir objetivos ambientales, pero el legislador y la sociedad son también fundamentales.
La innovación requiere de una gran inversión. ¿Es rentable la sostenibilidad para las empresas?
No es que la sostenibilidad pueda ser rentable para una empresa, es que debe serlo. Tenemos que seguir poniendo productos en el mercado, los clientes demandan cada vez productos más sostenibles y con menor impacto y por ahí tenemos que ir. Ese es el único camino. Tenemos que ser más sostenibles como empresa y reducir cada vez nuestro impacto ambiental.
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