Viernes, 2 de diciembre de 2022
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Transcripción
Hola de nuevo, (soy Roberto Brasero) en esta nueva entrega de Planet Energy nos vamos a adentrar en las Smart Cities, las ciudades inteligentes y sostenibles. En cómo la innovación y la tecnología pueden mejorar la calidad de vida de los habitantes de una gran urbe.
“!Bienvenidos a mi ciudad (inteligente). Pasen, vean y sobre todo escuchen!
¡Gracias, allá vamos! Normalmente este es el sonido al que estamos acostumbrados…...
Y este sería el sonido ideal…
Sí, el silencio…o este otro quizá mejor….
Ya, ya sé que puede ser una utopía, pero no por eso debe ser un objetivo.
Volvamos a la realidad: un mundo está cada vez más urbanizado. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y llegará al 60% para 2030, unos 5.000 millones de habitantes según las previsiones de Naciones Unidas.
Y eso puede dar lugar –o ya lo está haciendo- a un crecimiento de la urbanización donde los servicios se ven sobrecargados y empeora la contaminación del aire, entre otras cosas.
De hecho, según la ONU, en las ciudades se mueve el 60% del PIB mundial pero, ¡ojo!, porque también representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y más del 60% del uso de los recursos y del consumo de energía.
Por todo ello, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el número 11, está centrado en la necesidad de lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
Y ahí entran en juego las ciudades inteligentes, las Smart Cities: lugares donde se utiliza la tecnología para mejorar la toma de decisiones respecto a cómo funcionan. Pero no solo eso, Julia Moreno, manager de la iniciativa Ciudades Sostenibles 2030 de la organización Forética, apunta a un concepto más amplio: el de ciudad sostenible.
“Una ciudad que sea capaz de adaptarse a los posibles cambios desde el punto de vista ambiental, social, de gobernanza. Adaptarse a los shocks que están sucediendo en el mundo y que afectan de manera específica a las ciudades”
Joan Ricard, responsable de IESE Cities in Motion, explica cómo la pandemia de coronavirus ha supuesto un impulso para trabajar en ese camino
“La pandemia nos ha enseñado a movernos más decididamente en el camino de la sostenibilidad, seguridad y resiliencia. Ha servido de prueba para saber que la tecnología nos puede ayudar y poner juntas la inteligencia con el desarrollo de una ciudad más sostenible”
Los entornos urbanos son puntos calientes de actividad y por tanto áreas sensibles para la contaminación del aire o la acumulación de residuos y de gran impacto en el medio y en la salud de los ciudadanos. Necesitamos ciudades que se adapten, pero también que mitiguen sus efectos en el medio
“La adaptación al cambio climático es fundamental. Necesitamos infraestructuras urbanas más resilientes, necesitamos áreas verdes, necesitamos incorporar a la naturaleza para adaptarnos mejor a estos efectos de ola de calor, el aumento del nivel del mar, los efectos climáticos extremos, las tormentas, las inundaciones. Todo esto requiere de unas ciudades mucho mejor adaptadas y más resilientes”
Los retos son ingentes… y uno de los principales es el diseño de las ciudades, la planificación urbana sobre todo en continentes como Asia y África, donde el incremento de la población es muy elevado… pero también en las ciudades más avanzadas
“El avance en el diseño de ciudades más compactas en las que todo esté más cerca, concepto de la ciudad de 15 minutos que se está implantando París o el concepto de las supermanzanas en Barcelona, es uno de los retos más importantes”
Para todo ello, es necesario avanzar en la eficiencia energética, en las energías renovables, electrificación verde para intentar reducir al máximo las emisiones de las ciudades y que el impacto sea menor. Y, entre otras cosas, es imprescindible centrarse en los edificios.
“El trabajo sobre todo con los edificios, con su rehabilitación energética. Hay toda una ola de renovación, la Renovation Wave, un plan para transformar el parque de edificios que hay en Europa relativamente antiguo e intentar avanzar en ese sentido con nueva iluminación, con la utilización de la tecnología para hacer más eficientes todos los procesos, nuevos materiales que se utilicen para conseguir un mayor aislamiento”
Mucho trabajo por delante queda también en la movilidad, uno de los aspectos de mayor impacto en las ciudades donde casi el 40% de las emisiones viene del sector transporte.
“Las empresas están trabajando, por ejemplo, con sus flotas de vehículos e incluso favoreciendo temas como la logística sostenible en las propias ciudades y desarrollando zonas de bajas emisiones que ya están reguladas a través de la ley de cambio climático y transición energética e incluso impulsando la movilidad activa en bicicleta, a pie”
Londres, Nueva York, París, Tokio, Berlín… Son las ciudades que utilizan las herramientas más innovadoras para generar urbes más inteligentes y sostenibles, según el ranking del IESE Cities in Motion. Y atención a las ciudades asiáticas:
“Donde se está avanzando mucho en este momento es en las ciudades asiáticas, en China, Singapur, Dubai y a un paso algo menos acelerado Estados Unidos y Europa”
En España, ocupan los primeros puestos Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, seguidas de Mallorca, A Coruña, Zaragoza, Bilbao y Murcia.
Ciudades que ofrecen soluciones reales a problemas reales de los ciudadanos, e iniciativas como, por ejemplo, el primer autobús de hidrógeno en una línea urbana en Torrejón; los 20.000 sensores instalados en Santander para monitorizar y medir el tráfico, el aparcamiento, la gestión de residuos; o cómo Valencia se ha convertido en la capital europea del turismo inteligente y es la primera ciudad del mundo en medir la huella de carbono e hídrica del turismo.
Y, si nos vamos más lejos, en Corea del Sur tenemos la ciudad de Songdo que fue diseñada desde cero para ser inteligente y ecológica, con la mayoría de los hogares conectados para controlarlos de forma remota…o la ciudad de Malmö, en Suecia, donde su sistema eléctrico se basa completamente en las energías renovables.
Sin duda, la tecnología es un pilar fundamental de las Smart Cities pero también genera uno de los principales miedos en los ciudadanos, que temen que pueda invadir su privacidad.
Para que todo avance, es indispensable la colaboración de los actores implicados. Desde la Administración central y local hasta empresas y, por supuesto, la sociedad, cada uno de nosotros:
“Si piensas en el ecosistema de movilidad que tenemos que montar hoy en día, eso requiere una gobernanza mucho más compleja para que todo funcione. La colaboración (público-privada) es muy importante, hay que tener muy claro dónde queremos ir, cuál es la estrategia, y hay que estar abiertos a la innovación. Estos tres elementos son el triángulo fundamental para avanzar”
Y por supuesto, la prioridad de las Smart Cities deben ser las personas, la cohesión social, poner la tecnología al servicio de los ciudadanos. Laura García de Miguel, arquitecta especializada en Smart Cities y responsable de la planificación de proyectos de Estaciones de Servicio de Cepsa:
“No podemos olvidarnos de que las Smart Cities ponen en el centro a sus ciudadanos tratando de dar respuesta a sus principales problemas y fomentando su participación en los procesos urbanos. Tienen como objetivo principal llegar a convertirse en ciudades sostenibles desde un punto de vista tanto económico como social y medioambiental. Las soluciones deben estar pensadas por y para las personas, tienen que darse soluciones reales a problemas actuales”
Las ciudades, sin las personas no serían más que estructuras vacías.
Has escuchado Planet Energy, un podcast impulsado por Cepsa para compartir los retos del presente y del futuro de la energía y la sostenibilidad.