Jueves, 6 de julio de 2023
El dinero no crece de los árboles» es una frase muy repetida por los padres cuando los hijos les piden unos cuántos euros para sus caprichos. Dicho que, por otro lado, es tan real como la vida misma, como también lo es que los euros ahora también dan vida a flores y plantas. Eso no significa, ni mucho menos, que plantar billetes de 10 o 20 euros y regarlos los multiplique como el milagro de los panes y los peces. Lo que puede pasar es que se estropeen y queden inutilizados, entonces ahí sí que servirán para esa otra vida del dinero como abono.
En la actualidad, 29.500 millones de billetes y 145.000 millones de monedas pasan de mano a mano y de cartera a cartera por los 20 países que tienen el euro como moneda oficial. «La vida media es de unos siete años», responde Carlos González, jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del Banco de España.
29.500 millones de billetes están en circulación en el Eurosistema
Cada semana, al supervisor bancario nacional llegan camiones con centenas de cajas llenas de billetes sucios, desgastados o rasgados. «El eurosistema tiene bien pautadas las características para sacar esos billetes de la circulación», responde Beatriz García, subdirectora del departamento de efectivo del Banco de España. «Se introducen en una máquina que es capaz de examinar 33 billetes por segundo», añade la portavoz.
«La vida media de un billete es de unos siete años» Carlos González, jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del Banco de España
Un análisis detallado de 1.980 billetes al minuto o de 118.800 a la hora. «No te da tiempo a verlos», replica González, y de los que la mayoría vuelven al circuito monetario y «el 18% se destruyen», explica la subdirectora del departamento de efectivo del Banco de España.
Abono para el jardín
Sin embargo, ese descarte en las instalaciones del organismo no supone su adiós definitivo. «Las normas son muy claras ningún billete puede ir a vertedero o ser incinerado sin aprovechamiento energético», advierte González. Precisamente, aprovechamiento es la clave.
Los billetes que no vuelven a las carteras de los ciudadanos europeos se convierten en «residuos y tienen que ser de un tamaño específico», detalla el jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del supervisor bancario español.
«El 18% de los billetes que vuelven al Banco de España con algún defecto o sucios se destruyen» Beatriz García, subdirectora del departamento de efectivo del Banco de España
Cortados en trozos pequeños, estos billetes, que «en un 83% son fibras de algodón y a partir de este año será totalmente sostenible», salen de las instalaciones del Banco de España camino de su nueva vida.
La conversión de los billetes en compost es una solución muy utilizada por otros bancos nacionales. «El de Colombia los usa para regenerar sus bosques autóctonos y la Reserva Federal de Estados Unidos también ha hecho pruebas», explica el jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del supervisor español. «Nosotros también tenemos algunos proyectos, pero la mayoría de nuestros residuos son empaquetados con destino a otras industrias para aprovechar el valor energético de los billetes», apostilla.
100% sostenible
Sin embargo, la circularidad de los billetes europeos comienza desde su fabricación. La lista de ingredientes del dinero comunitario es la siguiente: fibras de algodón, plímeros de aluminio, tinta y otras sustancias. En porcentaje, el algodón reina ya que un 80% de los euros, en formato billete, son algodón y «en las últimas series se ha incidido en que sea sostenible», destaca González. «Que quede claro, no se cultiva algodón para hacer euros», añade.
«No se cultiva algodón para hacer billetes, se usa el excedente de la industria textil» Carlos González, jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del Banco de España
En el caso de España, el supervisor bancario tiene un acuerdo con el sector textil «para usar las fibras desechadas y reutilizarlas en la fabricación monetaria», detalla el jefe de la división de relación con agentes y fabricantes del Banco de España. En este 2023, España ha pasado del 80% de algodón sostenible al 100% y «el 40% es de comercio justo».
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