Jueves, 30 de enero de 2025
Cada año se desperdician 2.500 millones de toneladas de alimentos. Esto equivale al 40% de la comida producida a nivel mundial y a unos 80.000 kilogramos de alimentos desperdiciados cada segundo. ¿Cuáles son las principales razones detrás de este desperdicio alimentario a gran escala?
El desperdicio se produce a lo largo de toda la cadena de valor de los alimentos: desde la producción hasta la distribución, la hostelería o los hogares. En la producción, factores como el cambio climático y los estándares estéticos contribuyen al desperdicio. En la distribución, el manejo alimentario y los cambios en la demanda son más comunes. Y en los hogares, el desperdicio se debe a la compra excesiva, la falta de planificación y la incertidumbre sobre qué hacer con los alimentos cercanos a la fecha de caducidad. Por ello, es un problema compartido, que requiere soluciones que impliquen a toda la cadena de valor.
¿Cuáles son las consecuencias que tiene el desperdicio de alimentos?
Casi un 40% de todos los alimentos que se producen a nivel mundial se acaban desperdiciando, lo que tiene un impacto tanto social como económico y ambiental. Desde una perspectiva social, resulta incongruente desechar millones de toneladas de comida cuando hay personas que no tienen lo suficiente para comer. Si hablamos del económico, el coste de desperdicio de alimentos global supone 1,1 billones de dólares anuales. Respecto a los impactos medioambientales, no solo estamos tirando comida, sino que no estamos utilizando todos esos recursos que hemos usado para producir esos alimentos. Se habla de que el 24% de toda el agua que se utiliza para producir alimentos va a aquellos que no consumimos. De hecho, los expertos consideran que reducir el desperdicio de alimentos es una de las acciones más cruciales para combatir el cambio climático.
¿Hay conciencia suficiente de la situación real del ámbito alimenticio? ¿Qué hace falta para llegar a todas las personas?
Estamos viendo que cada día aumenta la conciencia en las empresas y los hogares, pero que siempre hace falta más. En un estudio que hicimos en 2023 vimos que siete de cada diez españoles son conscientes del desperdicio de alimentos, del reto que supone; y que seis de cada diez son conscientes del impacto que tiene el desperdicio sobre el planeta. Es un buen inicio, pero hace falta más. Tenemos que visibilizar este problema e inspirar y ayudar a la sociedad a tomar acciones para reducir el impacto.
¿De dónde nace el impulso por darle una vuelta a este problema?
Too Good To Go nació en Dinamarca. Un grupo de amigos salió a comer a un restaurante tipo buffet y, al terminar el servicio, vieron que los camareros estaban tirando a la basura la comida sobrante que estaba en perfecto estado. Eso les impactó y decidieron empezar a investigar sobre el desperdicio de alimentos. Vieron que es un gran problema global y decidieron buscar una solución. De ahí nace la idea de Too Good To Go, una aplicación que conecta establecimientos de alimentos con usuarios que pueden acceder a esta comida. Hoy en día estamos en 19 países, tenemos más de 100 millones de usuarios registrados en nuestra aplicación, más de 170 mil establecimientos de comida y juntos hemos salvado más de 350 millones de packs de comida.
Desde Too Good To Go buscan evitar que se desperdicien alimentos en buen estado. ¿Qué es un alimento en buen estado? ¿Nos hemos convertido en consumidores exigentes?
Un alimento que está en buen estado es uno que es seguro y apto para comer. Es un alimento que todavía tiene su sabor y nutrientes, pero que puede que tenga algún defecto estético. Lo que vemos hoy en día es que las personas somos muy exigentes en cuanto a la estética de la comida. Si ponemos el ejemplo de una manzana, siempre vamos a elegir una que brilla frente a una que no, aunque ambas tengan el mismo sabor y los mismos nutrientes. Desde Too Good To Go estamos trabajando para aumentar la conciencia sobre cómo actuar con esos alimentos que, aunque no parezcan tan bonitos, todavía sirven y son aptos para comer.
¿Qué se puede hacer con este exceso de alimentos en buen estado, no consumidos ni aprovechados?
Justo es eso lo que estamos trabajando en Too Good To Go: el dar a esta comida una segunda oportunidad. A través de la aplicación, los establecimientos pueden subir los alimentos al final del día y los usuarios pueden salvar los packs a un precio reducido. En España, hoy tenemos más de 8,7 millones de usuarios, casi 20.000 establecimientos que trabajan con nosotros y hemos salvado 24 millones de packs hasta la fecha. Uno de nuestros partners es Moeve, con los que llevamos trabajando desde noviembre de 2023. Ellos están activos con 171 establecimientos y juntos hemos salvado más de 20.000 packs de comida.
¿Cómo marca Too Good To Go la diferencia?
En Too Good To Go hablamos de una solución win-win-win. Esto significa que el establecimiento tiene ingresos adicionales y atrae nuevos clientes, pero el usuario también gana, al acceder a comida que está en buen estado a un precio reducido y descubrir nuevos lugares Y por último sale beneficiado el planeta, porque reducimos el impacto medioambiental que tendría ese desperdicio de comida.
¿De qué manera ayuda la digitalización a cumplir vuestros objetivos?
Nosotros tenemos un objetivo muy claro, que es acabar con el desperdicio de alimentos. Y nuestra misión es empoderar a toda la sociedad para poder tomar acciones que nos lleven a este número mágico que es el desperdicio cero. La aplicación es una de las soluciones que ofrecemos para conectar a todos los establecimientos de alimentos con los usuarios y que juntos podamos salvar packs. Cada día salvamos miles de ellos y juntos marcamos la diferencia.
Desde Too Good To Go contáis con una iniciativa que se llama ‘Mira, Huele, Prueba’ para concienciar a los consumidores sobre el etiquetado de fecha de los alimentos y animarlos a utilizar sus sentidos para prevenir el desperdicio de alimentos que, a pesar de haber vencido su fecha de consumo preferente, pueden seguir estando en condiciones de consumirse. A partir de vuestra experiencia, ¿de dónde surge esta iniciativa y en qué consiste?
Según la Comisión Europea, más de la mitad del desperdicio de alimentos proviene de los hogares. En España, cada familia tira un promedio de 65 kilos de comida al año. Esto sabemos que se debe en parte a la confusión entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente. La primera es una advertencia de seguridad que indica que el alimento no debería consumirse después de esa fecha debido a posibles riesgos para la salud. En cambio, la de consumo preferente es simplemente una fecha de la calidad del alimento que indica que puede haber perdido alguna de sus propiedades o a nivel estético, pero tiene todavía su sabor y sus nutrientes y, sigue siendo seguro para el consumo. Para aumentar el conocimiento sobre estas etiquetas, en Too Good To Go lanzamos la iniciativa ‘Mira, Huele, Prueba’. Es un sello que se pone en los envases de los productos para recordar a los usuarios que utilicen sus sentidos, con el propósito de decidir si un alimento está apto para el consumo o no. Hoy en día estamos trabajando en 14 países. En España, 50 marcas se han unido a esta iniciativa y estamos presentes en más de 1.200 productos.
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