- Este aeropuerto, el cuarto de España por volumen de pasajeros, se suma a los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla, donde la compañía ya comercializa combustible sostenible de aviación (SAF) desde julio
- Cepsa produce este biocombustible de segunda generación en su Parque Energético La Rábida (Huelva), a partir de residuos orgánicos y aceites usados de cocina
- Los biocombustibles pueden reducir las emisiones de CO2 hasta en un 90% respecto a los combustibles tradicionales
- Este nuevo hito se enmarca en el compromiso de Cepsa con la aviación sostenible y su ambición de liderar la producción de SAF, con una capacidad de producción anual de 800.000 toneladas en 2030
La compañía, uno de los principales fabricantes y suministradores de combustibles para la aviación del mercado español, avanza así en su compromiso de descarbonización del transporte aéreo. Justo hace un año, Cepsa fue pionera al suministrar SAF a más de 200 vuelos en el Aeropuerto de Sevilla. Asimismo, ha alcanzado acuerdos de colaboración con las principales aerolíneas que operan en España para impulsar juntos la sostenibilidad del sector. En concreto, la energética tiene alianzas con Iberia, Iberia Express, Air Europa, Vueling, Air Nostrum, Binter, TUI, Wizz Air y Volotea, entre otras.
Álvaro Macarro, director de Aviación Sostenible de Cepsa, ha asegurado: “Seguimos dando nuevos pasos para hacer la aviación más sostenible y ayudar a las aerolíneas a avanzar en sus objetivos de descarbonización. Cepsa está siendo pionera impulsando hoy energías que serán clave en los próximos años y que pueden convertir a España en el mayor hub europeo de SAF. Tras convertirnos en la primera compañía en ofrecer de forma continuada este combustible renovable a nuestros clientes del sector aéreo en los principales aeropuertos españoles, ahora sumamos un punto clave para las conexiones nacionales e internacionales como es Málaga”.
Garantizar el suministro de SAF
La energética produce este combustible renovable en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o deshechos agrícolas, entre otros. De esta forma, además de poder reducir las emisiones hasta en un 90% respecto al queroseno convencional, la producción de biocombustibles de segunda generación también fomenta la economía circular, ya que se producen a partir de residuos que, de otro modo, acabarían en vertederos.
Para garantizar el suministro de SAF a sus clientes, Cepsa va a desarrollar la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, junto a Bio-Oils, mediante una inversión de hasta 1000 millones de euros. Esta instalación, que se pondrá en marcha en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF y diésel renovable.
Dentro de su estrategia Positive Motion, Cepsa, con el objetivo de impulsar la descarbonización de la aviación, aspira a liderar la producción de SAF en España y Portugal, con una capacidad de producción anual de 800.000 toneladas en 2030, una cantidad de combustible sostenible suficiente como para sobrevolar 2000 veces el planeta.