Miércoles, 18 de diciembre de 2024
Los encuentros de empresa suelen ser un acontecimiento muy esperado por los empleados, ya que es un momento para desconectar con los compañeros antes de las merecidas vacaciones navideñas. Sin embargo, estas celebraciones pueden tener cierto impacto ambiental: teniendo en cuenta factores como la iluminación, la climatización y los residuos generados, se calcula que un evento de estas características puede llegar a emitir entre 30 y 50 kg de CO₂ por persona.
Esto puede evitarse si el encuentro se planifica con tiempo, previsión y conocimiento, ya que existen numerosas alternativas para organizar una comida o cena de empresa sostenible sin renunciar al espíritu festivo de la Navidad.
Elegir el lugar del evento: accesibilidad y eficiencia
A la hora de decidir dónde se celebrará la cena o comida de empresa, el primer paso es escoger un lugar accesible al que sea fácil llegar en transporte público. De esta manera, los empleados no se ven obligados a coger el coche para desplazarse hasta allí y se minimizará el volumen de emisiones.
Si, debido al elevado número de asistentes o a las dimensiones del evento, es necesario reservar lejos o en un espacio accesible solo por carretera, se pueden promover sistemas de carpooling para que los empleados compartan coche o, si el presupuesto lo permite, fletar un autobús para trasladarlos a todos desde la oficina.
¿Qué comemos? Elegir un menú responsable
En Alemania y Países Bajos es una práctica muy extendida contratar a proveedores cercanos con el fin de reducir las emisiones asociadas al transporte y apoyar la economía local. Actualmente, en España existen numerosos restaurantes y caterings como Aponiente, Subiendo al Sur o MICE Catering, que incorporan prácticas sostenibles en su día a día, por ejemplo: utilizan productos de temporada y kilómetro cero en sus menús, o apuestan por el reciclaje de residuos o la cocina de aprovechamiento, con el fin de minimizar el desperdicio de alimentos. Muchos de estos lugares cuentan con certificaciones que acreditan dichas prácticas, como el sello Slow Food o el sello Biosphere, muy popular entre los turistas que planean sus viajes siguiendo criterios de sostenibilidad.
Si finalmente la empresa opta por organizar el encuentro en la propia sede, o bien en un local alquilado, pueden priorizarse aquellos espacios que permitan reducir el gasto energético, es decir, que cuenten con iluminación de bajo consumo y un buen aislamiento térmico que asegure un uso eficiente de los sistemas de calefacción.
Durante el encuentro de empresa: reciclar y reutilizar
En toda comida navideña se generan desperdicios: servilletas desechables, restos de comida, decoraciones de un solo uso, manteles de papel o envoltorios de regalo son algunos ejemplos. Sin embargo, en algunos países europeos, como Francia, ya existe legislación específica para regular el uso de materiales desechables y fomentar la reutilización en grandes eventos, como la Ley AGEC (Anti-Gaspillage et pour une Économie Circulaire). Siguiendo esta iniciativa, en nuestra celebración podemos emplear estrategias como decorar el lugar con elementos reciclados o naturales (velas, ramas de acebo, cestos de piñas) o usar utensilios reutilizables como servilletas de tela o vajilla de cerámica.
Para ello, es importante que en el espacio del evento haya contenedores de reciclaje bien identificados en lugares visibles, a fin de que los asistentes puedan usarlos con facilidad. Si el encuentro es en la oficina y sobra mucha comida, también podemos contratar a una entidad especializada en gestionar el excedente de alimentos, como Naria, para facilitar que la empresa de cáterin lo done a alguna entidad solidaria, o permitir a los empleados que se lleven las sobras a casa para poder aprovecharlas.
Después del evento: regalos y diversión consciente
Es muy habitual que, en estas cenas o comidas navideñas, la empresa haga un obsequio a los empleados. Es una buena oportunidad para sensibilizarlos con regalos zero waste, sostenibles y ecológicos, como kits de autocultivo para que los trabajadores puedan sembrar una planta en sus casas, bombas de semillas como las que fabrica Seedball Factory, jabones naturales artesanales o accesorios hechos a partir de tejidos reciclados. En el caso de que los empleados organicen el tradicional “amigo invisible” para intercambiar regalos, se les puede animar previamente a que eviten los envoltorios innecesarios y, en su lugar, apuesten por bolsas reutilizables o papel reciclado.
Para amenizar el evento, existe una gran variedad de iniciativas para promover la participación y la diversión sin generar residuos: contratar a artistas o músicos locales, en apoyo a la comunidad; u organizar dinámicas de equipo con enfoque verde que combinen diversión y aprendizaje, como un taller para fabricar decoraciones navideñas con material reciclado, o una gymkhana colectiva que incluya preguntas sobre ecología y prácticas sostenibles.
Calcular la huella del evento: pensar y compensar
Una vez que estén ultimados todos los detalles del encuentro, podemos hacer un cálculo estimado de la huella de carbono que tendrá. La fórmula básica para calcularlo consiste en multiplicar la actividad del evento —es decir, la cantidad de recursos utilizados en la comida o cena de empresa (como los kilómetros recorridos, kilos de residuos o kWH de electricidad generados)— por el factor de emisión, que representa la cantidad de emisiones de CO2 por cada una de esas unidades de actividad.
Para facilitar esta tarea, actualmente existen entidades como Planeta Carbono Neutral o Eco2 Calcula que proporcionan herramientas personalizadas para calcular las emisiones de carbono de un evento, además de ofrecer informes detallados con recomendaciones para reducirlas. Algunas de ellas, como Negocios Sostenibles, de la Cámara de Valencia, también ofrecen la compra de créditos de carbono certificados para compensarlas.
Doble objetivo: sensibilizar e informar
Muchos de estos pasos no tendrán sentido si no informamos previamente a los empleados de los motivos que hay detrás de cada detalle del evento. Si queremos que todas estas iniciativas dejen huella, es importante comunicar a los trabajadores de forma eficaz las medidas que hemos adoptado para que la cena de empresa sea más sostenible y contarles cómo ellos también pueden contribuir a que el éxito sea completo.
Así, para anunciar la comida o cena de empresa, podemos elaborar un correo electrónico personalizado, donde expliquemos con detalle a los empleados los motivos que han determinado la elección del lugar del evento, las características del menú, las actividades de ocio y los regalos. También se puede aprovechar ese boletín para explicar cómo hemos calculado la huella de carbono que podría tener, y cómo se verá reducida mediante las medidas planteadas para que el encuentro tenga el menor impacto ambiental posible.
Organizar un evento de empresa sostenible puede parecer un reto, pero también es una oportunidad única para innovar y cuidar el planeta sin renunciar a la diversión, además de inspirar a los empleados para replicar todas estas buenas prácticas en su vida diaria.
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