Martes, 17 de enero de 2023
A Marta Fernández, ganar tres medallas en los Juegos Paralímpicos de Tokio, celebrados en 2021, le cambió la vida. Desde entonces, se ha convertido en un referente de la natación profesional. Pero, lejos de sentirse abrumada por la presión, trabajó con psicólogos porque “es muy importante aprender a gestionar las emociones y los sucesos dentro del mundo del deporte”. Desde el primer momento quiso “aprender a gestionar la presión de ser la favorita a las medallas”. La humildad de esta deportista va más allá cuando asegura: “Los resultados y las medallas no solo dependen de ti”.
El inicio de su carrera no fue fácil. Esta burgalesa, nacida en 1994, sufre de parálisis cerebral, pero su espíritu de superación la ha conducido al podio y al reconocimiento público de su tesón y energía. De hecho, confiesa que sus padres la apuntaron a natación obligada. “Me daba terror el agua, pero ellos sabían que era la mejor rehabilitación para mí”. Ahora, el agua es su medio natural y asegura que “de ser mi mayor miedo pasó a ser mi mayor pasión, porque es donde me siento libre y noto menos el avance de mi enfermedad”.
Aunque Marta ha ganado mucho reconocimiento público por sus esfuerzos en superar la enfermedad, la nadadora no olvida, en ningún momento, a todas las personas que hicieron posible que se subiese al podio. “Desde mi familia, mi entrenador y mis compañeros de equipo hasta el servicio de médicos, fisioterapeutas y el resto de la delegación española”.
Tal vez ese carácter luchador y humilde de que hace gala Marta en lo referente a su carrera deportiva tenga mucho que ver con su defensa a ultranza del medioambiente. Ella es una de las muchas deportistas españolas que han decidido apoyar el proyecto Libera, que nació en el año 2017 con el propósito de “sensibilizar y promover que los ciudadanos no abandonen basura o residuos en la naturaleza”.
Libera fue creado por la ONG SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, y se basa principalmente en la “concienciación, prevención y participación para lograr un medio ambiente libre de basura que ayude al buen desarrollo del ecosistema natural”. Marta es consciente de lo necesario que es “cuidar el planeta para poder dejarlo en las mejores condiciones para las generaciones venideras”. Por eso, en cuanto tuvo conocimiento de la existencia de este necesario proyecto a través de la Federación Española y la Asociación de Deporte Español (ADESP), decidió comprometerse con el mismo.
La implicación ciudadana
Respecto al estado del medio natural, a nivel global, existe cierto pesimismo social que desemboca en la simple aceptación de la deteriorada situación medioambiental. Marta lo asume, pero también cree que “cada día hay muchas más personas implicadas en cuidar el medio ambiente, tratando de fomentar hábitos sostenibles entre la ciudadanía y promoviendo iniciativas para cuidar el entorno natural”. Es lo que la empuja a dar voz a esas personas y apoyar sus proyectos para lograr que lleguen a más gente. Y lo hace, junto a otros deportistas de diversas disciplinas, porque está segura de que el deporte y “la constancia, responsabilidad y respeto que implica puede actuar como altavoz en temas medioambientales”.
A pesar de esas tres medallas en los Juegos Paralímpicos, Marta sigue soñando no solo con los éxitos profesionales, sino también con poder “llegar a la población mediante el deporte, especialmente a los niños y adolescentes, intentando transmitirles que cada uno de nosotros somos capaces de cambiar el mundo”. Un sueño que ella se plantea como reto, porque “con esfuerzo, podemos alcanzar nuestros sueños y, a la vez, lograr con diferentes acciones cuidar el planeta”.
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