Martes, 20 de junio de 2023
A lo largo de la historia diferentes culturas han construido viviendas sostenibles y pasivas, quizá sin ser conscientes de ello: las casas de barro en África, las tiendas en el desierto o los iglús de las regiones árticas. El desarrollo de los sistemas de aire acondicionado y calefacción en el siglo XX provocó una corriente que desvinculó, en cierta medida, la construcción con el propósito de la sostenibilidad,
Sin embargo, recientemente, con una mayor conciencia de la emergencia climática, se ha fomentado la idea de que el ahorro de energía no afecta únicamente a la economía del usuario y puede resolverse desde la propia arquitectura. De todos los movimientos existentes bajo esta premisa, destaca el modelo diseñado por el alemán Wolfgang Feist -fundador también del Passivhaus Institut (PHI)- y el sueco Bo Adamson, quienes dieron forma al concepto passivhaus y cuya primera obra real se construyó en 1990, al norte de la ciudad de Darmstadt (Alemania). Este edificio de cuatro viviendas fue creado bajo una serie de premisas orientadas a generar un consumo medio por debajo de 15 kWh y a gastar un 90% menos en calefacción.
Principios para obtener la certificación
La certificación Passivhaus se debe realizar bajo una serie de principios, que, si bien no son fijos, sí marcan algunos puntos esenciales. Según la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), asociación sin ánimo de lucro formada por técnicos y profesionales del sector de la construcción, estas son las principales características de este concepto:
Beneficios energéticos de la arquitectura pasiva
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) sostiene que el uso y mantenimiento correcto de la calefacción, el agua caliente, los electrodomésticos, la iluminación o el aire acondicionado son claves para el ahorro energético y asegura que los edificios suponen el 30% del consumo total de energía en España. Además, según sus registros, el 50% del consumo de energía de una vivienda -que se sitúa en 15.514,42 kWh en una casa unifamiliar y en 7.547,87 kWh en un apartamento o piso-, se debe al uso de aparatos de climatización.
Una intención en línea con el enfoque energético de las casas pasivas, que en base a los proyectos del Passivhaus Institut pueden llegar a reducir el consumo energético entre el 75% y el 90%. Para ellos, no solo se deben aplicar medidas de contención como bajar el termostato o medir el uso del aire acondicionado, insisten en que la arquitectura “debe y puede ayudar” a mantener el consumo al mínimo.
Sin embargo, muchos usuarios se preguntan por el coste de construir una vivienda autosuficiente. En este sentido, si bien es cierto que el coste inicial es superior al tipo de construcción tradicional, los profesionales del sector aseguran que el ahorro posterior y un mantenimiento más sencillo son grandes razones como para plantear la inversión.
Los materiales “de calidad” pueden encarecer un 5% o 10% más el precio de la vivienda o edificio, lo que sumado a otros elementos, como las ventanas o puertas, pueden añadir unos 100 euros extra por metro cuadrado. De esta forma, el coste tipo de una vivienda eficiente, dependiendo de la empresa, puede oscilar entre los 1.000 euros/m2 y los 1.300 euros/m2. El delegado de PEP en Madrid, Francisco Sánchez, quiere recalcar que, a pesar de lo que se puede pensar sobre la designación de calidad, “no tiene nada que ver con el lujo”, se trata simplemente de utilizar elementos eficientes e innovadores.
Por su parte, el CEO de PAEE Construcción Passivhaus-ECCN, Guillermo Hornero, ha explicado a Planet Energy que con la última actualización del Código Técnico de la Edificación se ha reducido la “brecha”, acercándose más a las viviendas de altas prestaciones energéticas. Por eso, la diferencia de inversión inicial, optimizando el proyecto, mejora las condiciones de confort, eficiencia y salud de forma notable; lo que hace que, si se cumplen con todos los criterios necesario y dependiendo de la zona geográfica, pasados unos años se pueden ahorrar hasta 2.500 euros anuales, lo que supone cerca del 70% del consumo respecto a una vivienda tradicional.
Renovación del parque de viviendas español
Roberto Alonso, Técnico de Estudios Passivhaus, y Álvaro Pardo, arquitecto en Innovación y Sostenibilidad de PAEE han revelado que en los últimos años se produjo un incremento en la demanda de certificados Passivhaus que, en su caso, han abarcado desde viviendas unifamiliares ejecutadas con distintos sistemas constructivos a una rehabilitación EnerPHit (el certificado Passivhaus aplicado a rehabilitación) de 21 viviendas en el centro de Madrid.
Las administraciones públicas, dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, tienen como objetivo mejorar la eficiencia energética de más de 1 millón de viviendas en España, a lo largo de la década 2020-2030, ya que el parque inmobiliario español tiene una media cercana a los 50 años. Para el fomento de estas viviendas energéticas, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene como propósito la mejora de la eficiencia energética (envolvente térmica) a lo largo de la década de un total de 1.200.000 viviendas y la renovación de instalaciones térmicas de calefacción y agua caliente sanitaria de unas 300.000 viviendas por año de media. Con estas ayudas, parece consolidarse el concepto de arquitectura pasiva como herramienta en la transición energética.¿Te ha parecido interesante?