Jueves, 3 de abril de 2025
La generación renovable en el sistema eléctrico español ascendió hasta un 56% en 2024, un total de 5,6 puntos porcentuales más respecto al año anterior, lo que demuestra que el ritmo de la implantación energética es cada vez mayor.
Dentro de esa tendencia firme, destaca la energía solar con más de 32.000 megavatios FV de potencia de generación. Algo que no sería posible sin herramientas como las placas solares. Y, aunque parezca evidente que este sistema tiene una clara dependencia de factores ligados al clima, sin embargo, en la actualidad se han desarrollado diversos prototipos de paneles solares nocturnos, cuyo funcionamiento está pensado también para los días nublados e incluso para ya entrada la noche, cuando no exista fuente directa de luz solar.
El desarrollo de esta tecnología abre un nuevo paradigma en la creación de fuentes de energía alternativa. Al contrario de los paneles solares fotovoltaicos y térmicos, los nocturnos, en su mayoría, emplean un mecanismo de refrigeración pasiva (refrigeración radiativa) para mantener la parte más fría del generador termoeléctrico varios grados por debajo de la temperatura ambiente, de forma que el aire calienta la otra cara del generador. Es esta diferencia de temperatura la que se convierte en electricidad.
Algunos investigadores de esta tecnología explican, en publicaciones técnicas, que por el momento se puede producir energía suficiente para encender una luz LED. Además, algunas pueden incorporar un elemento conocido como LPP (fósforo de larga persistencia, en inglés), que permite almacenar la energía solar durante más tiempo, es decir, cuando ya no existe una incidencia directa del sol o en condiciones de niebla o lluvia.
Proyectos, ya en desarrollo
Así pues, ¿cómo son estos prototipos?; ¿realmente es posible contar con placas solares que funcionen durante la noche? Los ingenieros de la Universidad californiana de Stanford, liderados por el investigador Sid Assawaworrarit, por ejemplo, están estudiando cómo la radiación infrarroja permite prescindir de las habituales baterías que incluyen los paneles solares convencionales para poder trabajar durante las horas del día con menos luz solar.
Aunque todavía está únicamente testada en el tejado de la universidad, ya se han podido generar cerca de 50 MW por cada metro cuadrado de panel solar. Sus propios investigadores son optimistas, puesto que creen que se podría llegar a generar el doble de energía si las condiciones nocturnas son más favorables.
Por su parte, otra institución californiana, la Universidad de Davis, bajo la supervisión del profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática, Jeremy Munday, está trabajando para crear arquetipos de células fotovoltaicas solares nocturnas que pueden generar pequeñas cantidades de energía.
La intención es que este prototipo pueda sustituir el uso de baterías en las placas, que podría ser mucho más eficiente tanto a nivel energético como económico. Así se podría seguir generando electricidad de manera continua durante la noche, sin una dependencia absoluta de las radiaciones solares.
Finalmente, la startup Reflect Orbital planea el lanzamiento de satélites equipados con espejos que reflejen la luz solar hacia la Tierra durante las horas nocturnas. La intención es proyectar las radiaciones hacia las granjas solares para que puedan continuar su trabajo incluso después del anochecer. Aunque todavía no se han realizado pruebas con dichos satélites, la compañía probó este espejo en un globo aerostático, que sobrevoló un parque solar y generó 500 vatios de energía por metro cuadrado de panel solar.
Todos estos proyectos abren una nueva vía de generación de energía renovable que, por lo que parece, es bastante plausible. Más pronto que tarde, conviviremos con estos nuevos paneles nocturnos, dando un paso más en la descarbonización e impulsando la transición energética.
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