Hidrógeno verde, piezas recicladas hechas con 3D… El transporte urbano del futuro toma forma

La mayor parte de la población vivirá en las ciudades en las próximas décadas. En el año 2100, la ONU espera que al menos tres de cada cuatro personas residan en entornos urbanos, por lo que se acrecienta la necesidad de encontrar soluciones de sostenibilidad en campos como el de la movilidad que es, además, uno de los principales factores emisores de gases contaminantes.

Por José Miguel Pascual Labrador (EFE). Fotografía por Zhang Jingang.

A pesar de que la pandemia paralizó prácticamente todas las calles del mundo, el transporte recuperó rápidamente y, en ciudades como Madrid o Barcelona, en 2021 ya se habían alcanzado prácticamente en su totalidad los niveles de 2019. De una forma o de otra, la movilidad es, hoy en día, fundamental para la actividad cotidiana del 56% de la población mundial y el 81% de las personas que viven en entornos urbanos en España.. 

La sostenibilidad como motor del transporte 

Desde la Administración central son conscientes de que para paliar los efectos negativos del cambio climático es necesario un transporte urbano sostenible y accesible para todos. De hecho, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), ha empezado a trabajar en una Ley de Movilidad Sostenible cuyo objetivo es “impactar de manera relevante en la calidad de vida de las personas”. Los pilares de este texto son: la movilidad como derecho social; una movilidad limpia y saludable; un sistema de transporte digital e innovador; y una mejor inversión al servicio de los ciudadanos. Asimismo, está previsto destinar hasta 6.667 millones de euros de los fondos Next Generation para una movilidad “sostenible, segura y conectada”. 

Una de estas iniciativas la desarrollará la compañía Avanza, junto con el Ayuntamiento de Zaragoza, con un proyecto de I+D del PERTE del vehículo eléctrico y conectado, bajo el nombre DIGIZITY, para diseñar e implementar soluciones en autobuses cero emisiones. El CEO de Avanza, Valentín Alonso, explicó a Planet Energy que está “convencido” de que la automatización de los vehículos es la herramienta perfecta para mejorar la sostenibilidad del transporte. En su opinión, “digitalizar ciertos procesos es muy importante, ya que permite un uso más eficiente de los recursos, por ejemplo, la autonomía de los vehículos eléctricos”. “Si en primavera el autobús eléctrico es capaz de recorrer 300 kilómetros, igual en verano solo es capaz de recorrer 200 por las necesidades de climatización. Estamos investigando con sensores para intentar climatizar el vehículo en función de la afluencia por zonas”, confirmó Alonso.

Fotografía por Luís Millán (EFE)

Por otra parte, se encuentran en fase experimental un nuevo sistema que reduce drásticamente el coste de la producción de hidrógeno verde, proyecto encabezado por científicos del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología, el Centro para la Investigación del Hidrógeno y Pilas de Combustible, y el Departamento de Ingeniería de Energía de la Universidad de Hangyang. Por el momento, los materiales que emplea y la fragilidad del sistema impiden que se pueda aplicar a nivel industrial, pero sus desarrolladores mantienen que es una gran alternativa a los vehículos eléctricos.  

De hecho, Cepsa y Damas cerraron un acuerdo en febrero de 2023 para emplear el hidrógeno verde en el transporte interurbano por carretera, en el camino hacia una movilidad sostenible. Esta alianza, la primera de estas características a nivel nacional, permitirá a la flota de vehículos de Damas contar, en una primera fase prevista hasta 2025, con al menos diez autobuses propulsados con este combustible sostenible en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz.

“La automatización de los vehículos es la herramienta perfecta para mejorar la sostenibilidad del transporte y hacer un uso eficiente de los recursos” (Valentín Alonso, CEO de Avanza)

En Estados Unidos, la compañía Local Motors presentó hace ya algunos años un vehículo con materiales reciclados y piezas creadas en impresoras 3D. El prototipo LM3D Swim contaba con un motor eléctrico, un software especial de Siemens, incluido Solid Edge, que permitiría al equipo de desarrollo realizar el modelado directo y sistemas de IBM para diseñar las tecnologías de conducción, seguridad y eficiencia en el tráfico.

Si bien anunciaron que en su factoría de Knoxville (Tennessee) tenían capacidad de fabricación para 2.400 unidades gracias a cuatro o cinco impresoras 3D de gran tamaño, el proyecto no caló en el mercado. Aprovecharon sus conocimientos para mejorar la circularidad de la fabricación aditiva de gran formato (LFAM) y certificar la viabilidad del reciclaje de piezas termoplásticas de desecho y virutas del proceso de impresión 3D. En otro de sus proyectos, el autobús autónomo Olli, aseguran que usar la impresión 3D para construir partes del mismo permite un ahorro de casi el 50% en costes. El director de Producto Técnico de Local Motors, Johnny Scotello, dijo en comunicado que “construir vehículos de próxima generación significa adoptar procesos de fabricación de próxima generación”.

Imaginando el futuro: ¿volarán los vehículos?

La inteligencia artificial es, según los profesionales de esta industria, el eje sobre el que recaerá cualquier innovación en el transporte. La combinación entre tecnología y talento humano será la sinergia necesaria para alcanzar la sostenibilidad del planeta. El consejero de Promoción y Divulgación de la UITP (Unión Internacional del Transporte Público), Dionisio González, cree que tenemos que “ser capaces de convertir la información y el conocimiento, con objeto de ofrecer un servicio más adaptado a las necesidades cambiantes de los ciudadanos” para que, de cualquier forma, se pueda vertebrar la movilidad urbana y metropolitana con “alternativas eficientes de puerta a puerta”.

Desde hace mucho tiempo, el cine o la literatura ha soñado con pasar las carreteras del suelo al cielo, vehículos voladores que ceden el espacio terrenal a las personas. Un cambio de paradigma que todavía no tiene las bases tecnológicas, a pesar de los ensayos en Emiratos Árabes Unidos con el dron en EHang 184, una aeronave unipersonal de 225 kilos de peso, en la que puede viajar una persona con un peso máximo de 100 kilogramos y espacio para una maleta pequeña. Por el momento, tiene una autonomía de vuelo de 50 kilómetros con una sola carga, con velocidades de hasta 160 km/h.

Por último, otras ideas disruptivas son el tren Maglev de China, concretamente en funcionamiento en Shanghái, que, gracias al principio de atracción y repulsión que se crea entre dos campos magnéticos, permite que el vehículo se eleve unos centímetros sobre las vías y pueda alcanzar velocidades superiores a los 400 km/h que recorren. Ideas que a buen seguro darán sentido al urbanismo del futuro.