Martes, 7 de mayo de 2024
Bicicletas de montaña, de ruta, urbanas, híbridas, eléctricas… infinidad de opciones que cubren todas las necesidades. Karl Freiherr von Drais, al que se le atribuye la invención de la bicicleta, —inicialmente llamada draisiana— no podría imaginarse que su creación se convertiría en uno de los medios de transporte de dos ruedas más importantes del planeta. Así lo demuestran las más de 1.000 millones de bicicletas que existen en todo el mundo.
Según el estudio de Ipsos “El ciclismo en el mundo”, la bici es el medio de transporte que cuenta con más respaldo por parte de la población: el 82% de la ciudadanía global, de media, tiene una opinión favorable sobre este medio de transporte. Y es que la bici constituye una forma económica y ecológica de moverse, convirtiéndose en una alternativa sostenible fundamental para la descarbonización del transporte ligero
Rodando a favor del medio ambiente
Existe un consenso global sobre el papel clave de la bici en la reducción de las emisiones de carbono. Según el Banco Mundial, el transporte sostenible es un elemento esencial para fomentar el crecimiento inclusivo, ampliar el acceso a servicios esenciales y luchar contra el cambio climático. “Repensar la movilidad es ahora una prioridad a fin de mejorar la resiliencia de los países y crear las condiciones para una recuperación más verde e inclusiva” afirman desde el Banco Mundial.
Cada vez más ciudades en el mundo están impulsando el uso de bicicletas entre sus habitantes. En Ámsterdam, por ejemplo, las bicicletas forman parte de su paisaje, no obstante, dispone de más de 400 kilómetros de carriles bici así como numerosos aparcamientos exclusivos para bicicletas. Sin embargo, no es el único lugar donde se ha convertido en un transporte esencial: Dinamarca, Alemania, Suiza, Noruega o Finlandia están fomentando el uso de este vehículo como la mejor opción para sus desplazamientos.
La Unión Europea ha manifestado, a través de la 'Declaración Europea sobre el uso de la bicicleta', el compromiso de los países miembros con construir más carriles bici y aparcamientos seguros, mejorar la seguridad de los ciclistas y promover planes para fomentar el paso de las cuatro ruedas a las dos. “Nuestro objetivo es liberar todo el potencial del uso de la bicicleta en la Unión. Esta Declaración reconoce el uso de la bicicleta como una de las formas de transporte y ocio más sostenibles, accesibles e inclusivas, de bajo coste y saludables y reconoce asimismo que tiene una importancia clave para la sociedad y la economía europeas”, según recoge el texto.
En España además se está llevando a cabo la Estrategia Estatal por la Bicicleta, desarrollada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para impulsar su uso. Durante los próximos diez años, está previsto la creación de 1.000 kilómetros más de carriles bici y 4.100 aparcamientos, así como el refuerzo de los sistemas públicos de préstamo de bicicletas en una treintena de ciudades. La transformación de la nueva movilidad pasa por fomentar el uso de transportes sostenibles, y es aquí donde la bicicleta desempeñará un papel muy relevante.
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