Martes, 1 de agosto de 2023
Tras el parón de la pandemia, el verano se presenta con expectativas récord de desplazamientos y ocupación. Ante eso, es responsabilidad de todos procurar que la movilidad sostenible sea un propósito que no sufra un paréntesis durante las vacaciones.
La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé casi un centenar de millones de desplazamientos de largo recorrido entre julio y agosto. Al mismo tiempo, los servicios de autobuses interurbanos reforzarán todos sus servicios en más de un 40% este verano y las empresas de alquiler de coches aspiran a recuperar el nivel de facturación previo al covid.
Por su parte, las compañías aéreas han programado en los aeropuertos españoles 221,8 millones de asientos y cerca de 1,3 millones de operaciones comerciales este verano, mientras que la liberalización del sector ferroviario con dos nuevos operadores, Ouigo e Iryo, además de Renfe supondrá un aumento del 11% en el tráfico de trenes en el periodo estival.
Todo esto hace que las agencias de viaje hablen de un incremento del 15 % de las reservas respecto a 2022 para superar el 80% de ocupación. Ante estas previsiones, el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE), Jordi Martí, ha confirmado la “recuperación total” del sector tanto emisor como receptivo y que supera también los años récord. Este hito se consigue pese a la subida de precios, ya que, en palabras de Martí, los españoles sacrifican otros gastos “pero las vacaciones son sagradas”.
Minimizar el impacto ambiental
Pero, ante estas expectativas, se antoja imprescindible cuestionarse el impacto medioambiental que tendrá tanto desplazamiento y cómo minimizarlo. Las medidas en pos de una progresiva movilidad sostenible son variadas y atañen tanto a acciones individuales como públicas.
Algunas de ellas incluyen la puesta en práctica de medidas que fuercen a los vehículos a circular a velocidades moderadas, conocido como pacificación del tráfico, ya que, de esta manera, se hace más segura la convivencia de peatones, bicicletas y coches. En paralelo, existen fórmulas para el fomento del transporte público y del no motorizado, a la vez que administrar de forma sostenible la distribución de mercancías.
El incremento del transporte colectivo es un objetivo que comparten la inmensa mayoría de las administraciones, pero su gestión es complicada tanto por su elevado coste y la dificultad de que el servicio sea eficiente cuando se trata de cubrir largas distancias o con tráfico muy congestionado.
Por su parte, las aerolíneas de todo el mundo, responsables del 2 % de las emisiones totales emitidas a la atmósfera a nivel global y con una representación del 13 % dentro del sector del transporte, se han comprometido a alcanzar cero emisiones en 2050.
Entre las evidentes mejoras de la movilidad se puede mencionar el carsharing, servicio de coche compartido que introduce un nuevo concepto de desplazamiento, basado en una flota de vehículos por socios que sólo pagan por las horas que los utilizan y los kilómetros que recorren. Los usuarios se benefician de una alternativa al vehículo privado, eliminando costes fijos como impuestos y seguros, o mantenimiento, aparcamiento o limpieza.
Las autocaravanas son otra alternativa turística y los que viven su edad de oro son las campers, que acaparan un tercio de las ventas de estas casas rodantes cuyos habitantes están comprometidos con el medio ambiente, con avances en sostenibilidad y reducción de huella de carbono.
A su vez, el turismo náutico está experimentando un crecimiento sin precedentes y con soluciones imaginativas que permiten abaratar el coste maximizando la ocupación. Algo parecido a un blablacar en velero o catamarán en el que la mayoría de los usuarios viajan solos o en pareja y se unen con otros para completar los tres o cuatro camarotes que suelen tener la mayoría de embarcaciones. “Es la forma más sencilla y asequible de navegar si no quieres comprar o alquilar un barco”, explican en la startup española Sailwiz.
En este contexto, y para analizar los retos del sector, los próximos 24 al 26 de octubre, Madrid acogerá en Ifema la celebración de la segunda edición del Global Mobility Call, la feria más importante relacionada con la movilidad sostenible.
En esta edición se abordará desde la energía renovable hasta la innovación, pasando por el transporte público, la logística o la distribución de mercancías, de forma que se dé voz a los intereses y necesidades de todo entramado sectorial, empresarial e institucional que conforma la cadena de valor del transporte y la movilidad.
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