Jueves, 2 de enero de 2025
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Las celebraciones navideñas futuras estarán, sin duda, condicionadas por la transición energética y todas las medidas que ya se están implementando para que estas fechas sean tan cálidas como sostenibles
Las fechas navideñas representan uno de los períodos de mayor consumo de determinados productos; por eso, es importante que realicemos un consumo responsable, favorezcamos la economía circular de los residuos y tratemos de reducir las emisiones de CO2 en todo el ciclo de vida de los productos. No es difícil imaginar que, en un futuro inmediato, ciertos alimentos puedan ser generados por impresoras 3D utilizando proteínas vegetales. La startup española Novameat creó en 2018 el primer filete vegetal impreso en 3D utilizando proteínas de guisantes, aceites vegetales y extractos de algas, y actualmente ya se comercializan en algunos países productos generados por esta técnica que recrean a la perfección la forma, textura y sabor originales. Además, para reducir la huella de carbono, los consumidores habremos optado por adquirir productos locales. Estos alimentos serán más frescos, de temporada y no procesados ni envasados.
Durante las Navidades incrementamos los desplazamientos para las tradicionales visitas a familiares y amigos. En las fiestas del futuro, optaremos por métodos de movilidad que sean más respetuosos con el medio ambiente, como el transporte público, la bicicleta o los vehículos con combustibles alternativos a los tradicionales (eléctricos, biocombustibles 2G o de hidrógeno…). En el transporte privado, especialmente en desplazamientos de pocos kilómetros, también podremos apostar por el carsharing; ya sea a través del alquiler o mediante la opción de compartir el propio vehículo con otras personas que tienen el mismo destino. ¿Y cuándo viajemos en avión? Lo más probable es que lo hagamos con SAF (combustible sostenible para la aviación, o Sustainable Aviation Fuel por sus siglas en inglés) procedente de aceite de cocina reutilizado, restos vegetales, forestales y agrícolas, entre otros.
Y si hablábamos del consumo alimentario durante las fiestas navideñas, no podemos obviar el consumo en regalos. En las Navidades futuras se espera que aumente la reutilización de juguetes y todo tipo de productos. Una encuesta de la empresa de compraventa de segunda mano Wallapop asegura que el 85% de los españoles compraremos al menos un artículo reutilizado durante estas Navidades, y el 80% de los encuestados condiciona su decisión de compra a la sostenibilidad del producto.
Asimismo, tenderemos a que nuestros regalos futuros estén elaborados de manera artesanal, con el añadido de personalización que ello conlleva y centraremos nuestro consumo en juguetes producidos de manera responsable. De hecho, un estudio de la cadena de supermercados ALDI del pasado año, certifica que casi el 50% de los progenitores ya prioriza la compra de juguetes de madera sobre la de otros materiales.
Todas estas acciones están destinadas a generar la menor cantidad de residuos posible, pero eso no implica que no haya ninguno, por lo que en el futuro continuaremos reciclando debidamente todo lo que desechemos.
La entrega de estos regalos, así como las cenas y festejos, las celebramos en alguna vivienda en la que es posible que se incremente el consumo energético. Afortunadamente, este posible aumento del consumo ha comenzado a combatirse. Según el Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad de la Unión de Créditos Inmobiliarios, seis de cada diez compradores tienen en cuenta las características de sostenibilidad a la hora de adquirir una vivienda. Las viviendas sostenibles están revolucionando el mercado inmobiliario. Están diseñadas para minimizar el impacto ambiental y optimizar el consumo energético, usando materiales como maderas procedentes de bosques medioambientalmente gestionados o aislamientos de fibra de celulosa a base de papel reciclado, o incorporando tejados con paneles solares y paredes que aíslan térmicamente a la par que favorecen nuevos hábitats de fauna local. Sin duda, las Navidades futuras las celebraremos en viviendas más eficientes que nos permitan minimizar al máximo el consumo energético.
Los avances tecnológicos, junto con nuestra concienciación medioambiental, lograrán que las celebraciones venideras sean aún más sostenibles.
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