A lo largo de la historia el ser humano ha levantado construcciones que han contribuido a mejorar nuestra calidad de vida.

En el siglo II la primera piedra del Acueducto de Segovia supuso el inicio de una infraestructura revolucionaria que transformó por completo la forma de abastecimiento de agua en los núcleos urbanos, mejorando significativamente la calidad de vida de sus habitantes.

Lo mismo ocurre con la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo del mundo, que sigue vigilando los mares desde el Puerto de A Coruña. Un faro monumental de 55 metros de altura, construido para guiar a los barcos que llegaban o partían de Hispania. Su primera piedra fue el inicio de un cambio en las reglas de la navegación, favoreció el comercio e hizo más eficiente la gestión de recursos.

El último ejemplo nos traslada a la vecina Lisboa. Allí solo 3 años bastaron para construir una obra de ingeniería que transformó la movilidad urbana. Hablamos del Puente de Vasco de Gama, que son sus más de 17 kilómetros de longitud llegó a ser el puente más largo de Europa y uno de los mayores del mundo. Se construyó en 1998 persiguiendo un reto: unir las orillas norte y sur del río Tajo, atravesando su parte más ancha. Sus cimientos, que fueron los mayores de Europa, se extienden hasta 95 metros por debajo del nivel del mar.

En Cepsa también estamos cambiando y vamos a colocar la primera piedra que va a materializar el primer gran hito de nuestra estrategia Positive Motion. ¿Quieres descubrir qué pasos estamos dando para crear un mundo más verde y sostenible?

¡Es hora de pasar a la acción!

Nuestros colaboradores

Ellos serán los encargados de contar la historia de la primera Primera Piedra.