Miércoles, 28 de agosto de 2024
Los secretos son una de las cosas más valiosas en el universo de 'Los Bridgerton', la serie de época de Netflix que se ha convertido en un fenómeno global. Ninguno lo es tanto como averiguar quién es Lady Whistledown, la cronista de sociedad que desvela al público todo lo que los demás quieren ocultar. Pero, quizás, el más valioso de todos los secretos de la dama es uno sostenible y que los espectadores no ven en sus pantallas: utiliza hidrógeno verde.
Cuando se piensa en el mundo de las películas y de las series, se piensa en el glamour, las alfombras rojas y las tramas que mantienen pegados a quienes las ven a la pequeña —o la gran— pantalla. No se suele pensar en sostenibilidad o huella de carbono. Sin embargo, si pensamos por defecto en cómo debería ser más verde una fábrica, ¿no deberíamos pensarlo también sobre las producciones audiovisuales? «Totalmente», responde Victoria Gutiérrez, business line manager de sostenibilidad en TÜV SÜD.
Su compañía, en colaboración con la consultora Mrs. Greenfilm, cuenta en España con un 'Certificado de Rodajes Sostenibles'. Gutiérrez apunta que deberíamos ser conscientes del «carácter preventivo» de implantar estrategias ambientales a los procesos. «Si lo hacemos en una fábrica —que lo tenemos ya muy normalizado—, deberíamos también llevarlo al sector servicios», indica. «Es un trabajo de mucha conciencia, de mucha sensibilización», indica. «El momento en el que estamos viviendo nos acompaña», suma.
Los grandes nombres del sector suelen funcionar como elementos de tracción para las tendencias. Pasa con el tipo de contenidos que se producen, con cómo los vemos y hasta con las decisiones de negocio. En términos de sostenibilidad, los gigantes ya hablan de promesas de descarbonización y de cambios en cómo se hacen las cosas.
Objetivo, descarbonizar el audiovisual
En 2021, Netflix se marcó el objetivo de llegar a 2030 habiendo reducido a la mitad sus emisiones de carbono. En 2022, asumían compensar las que quedasen con soluciones naturales. «Tres años después, vamos camino de cumplir ambos», asegura Emma Stewart, la responsable de sostenibilidad del gigante del streaming, al hilo de la presentación de su último informe anual el '2023 Environment, Social & Governance Report'.
Las tres grandes líneas maestras en las que trabajan es la de mostrar la sostenibilidad en la pantalla —el contenido también tiene un impacto: el 90% de las producciones, prometen, muestra ya vehículos eléctricos en pantalla —, la de reducir las emisiones que generan sus oficinas y sus estudios y el de descarbonizar sus producciones.
Ahora mismo, su tarta de emisiones se reparte en un 61% corporativo, 35% producción y 5% streaming (frente al 38, 59 y 3% respectivamente, de 2022). En estos datos influyen, eso sí —como la propia compañía recuerda en el informe—, los efectos que las huelgas del sector tuvieron en los rodajes en EE UU, Canadá y Reino Unido. Si se deja de grabar, evidentemente las emisiones derivadas se reducirán.
Hacer que los rodajes sean verdes y más respetuosos con el medioambiente va más allá de eliminar las tazas de usar y tirar del catering. Gutiérrez habla de «implantar una serie de medidas dentro de la producción» que bajen la huella. Se hacen cosas en preproducción y en post, explica, pero el grueso del trabajo está en la propia producción. Esto es, en el momento en el que las cámaras se encienden y se graba el próximo capítulo de tu serie favorita.
Rodar más verde
Por supuesto, confirma, minimizar los plásticos es importante, pero no solo. La lista incluye la reutilización de productos, el control de las emisiones o el peso que tiene la actividad en el consumo de recursos, entre otros. Algo tan simple como cambiar el tipo de energía que se usa o emplear solo vehículos híbridos o eléctricos ya permite una mayor eficiencia sostenible, señala la experta.
Esas son algunas de las medidas que toma Netflix, volviendo a los datos de su estudio y retomando, justamente, ese 'secreto' verde de Lady Whistledown. Dejar los generadores que usan diésel por otros que se alimentan de energías limpias, como el hidrógeno, ayuda a eliminar emisiones. En la última temporada de 'Los Bridgerton' probaron a alimentar tráilers y 'worktrucks' con hidrógeno. Además de en el rodaje de 'Los Bridgerton', también lo han hecho en la última temporada de 'Lupin' o 'The Diplomat'.
En 'El Decamerón', que se estrena en julio, el «campamento base» usaba baterías para almacenar energía solar. La solar es también la clave para lograr el uso de energía limpia en su nuevo estudio de Alburquerque, en Estados Unidos, donde igualmente gestionan tanto el calor como el frío con sistemas geotérmicos para reducir la huella de los edificios.
La eficiencia verde no termina con la energía, sea quien sea quien esté rodando. «Hablamos también de temas como, por ejemplo, el alojamiento, importante porque cuando hacemos un rodaje se desplaza mucha gente», suma Gutiérrez. Buscar alojamientos con políticas responsables, situarlos cerca del lugar de trabajo para reducir desplazamientos o hacerlos, si toca, en transporte público o colectivo ayuda.
«Hay un sinfín de tareas y medidas que están asociadas a la producción que hacen que sea más sostenible o menos sostenible», sintetiza la experta. En las cuentas también entran lo social, la gobernanza. El sello de TÜV SÜD no lo mide aún, pero trabajan para ello.
El cambio está en marcha. Cuando se le pregunta a Gutiérrez si hay interés, apunta que «sí, hay un crecimiento que es indudable». En España, destaca el efecto que tienen las convocatorias del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) —y los requisitos que exigen— para potenciar el cambio.
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