Martes, 27 de febrero de 2024
Es indiscutible la urgencia que tenemos de encontrar una alternativa a los combustibles fósiles si queremos alcanzar los objetivos de descarbonización que nos permitan frenar el cambio climático. Además, la transición verde de la economía precisa del acceso a una energía renovable, que también sea asequible y segura, es decir, que consigamos una transición justa. En este sentido, el hidrógeno verde se ha postulado en los últimos años como una de las claves para conseguirlo.
Las posibilidades y los desafíos a los que se enfrenta el desarrollo de esta fuente de energía han protagonizado la primera edición del Congreso Nacional de Hidrógeno Verde celebrado en Huelva. Una cita que, del 7 al 9 de febrero, reunió a más de 900 participantes, 300 empresas y más de 60 panelistas con una meta clara: hacer realidad el potencial de España en la producción de hidrógeno verde para su consumo y exportación, y que coloca a nuestro país como uno de los hub energéticos más importantes del mundo.
La secretaria de Estado de Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, abrió este congreso destacando el crecimiento del interés en España por los proyectos de hidrógeno —de 28 en 2020 hasta 650 el año pasado— y afirmó que “juega, aquí y ahora” un papel protagonista, cuyo despliegue viene plagado de buenas noticias para el tejido industrial y la creación de empleo.
Muestra de ello es el nuevo informe presentado en Davos por Cepsa y Manpower, que afirma que los nuevos combustibles renovables podrán generar hasta 1,7 millones de nuevos empleos y aumentarán el PIB europeo en 145.000 millones de euros hasta 2040.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, señaló por su parte en la inauguración, “la oportunidad única” que supone el hidrógeno verde para la región y, en concreto, para Huelva, cuyas características la convierten en la localización idónea para liderar la revolución verde.
Asimismo, el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, que también participó en la jornada de apertura del Congreso, subrayó la importancia de “no perder este tren” y recordó que “este camino debemos hacerlo juntos, con nuestros partners, la colaboración público-privada y el conjunto de la sociedad. Aquí estamos levantando el proyecto más ambicioso de Europa con el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde”. Y es que Cepsa ilidera un proyecto con 2GW de capacidad, con dos plantas que se instalarán en Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Campo de Gibraltar), que se pondrán en marcha en 2026 y 2027, respectivamente, y que supondrá una inversión de 3000 millones de euros. Las instalaciones producirán hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde al año, lo que evitará la emisión anual de 6 millones de toneladas de CO2.
Oportunidades del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde
Durante un panel dedicado al Valle Andaluz, los ponentes destacaron la necesidad de ser “ambiciosos” en este tipo de proyectos, así como el papel que jugarán los puertos andaluces en la expansión del hidrógeno verde, no solo como usuarios, sino también como medios de transporte hacia el mercado europeo.
Los participantes consideraron la importancia de que ambas plantas se convirtiesen en un polo de atracción para otros eslabones de la cadena del hidrógeno, como fábricas de electrolizadores o tecnología de transporte. “Cuando tienes energía sostenible, competitiva y disponible a medio y largo plazo, tenemos que ser capaces de localizar aquí industrias que son electrointensivas, es decir, con grandes consumos, y que requieren esa energía”, afirmó el director de Commercial & Clean Energies de Cepsa, Carlos Barrasa.
Los puntos cardinales del hidrógeno verde en España
Más tarde, en la mesa conformada por los representantes de los puntos focales del hidrógeno verde en la península —el Valle del Hidrógeno de Cataluña, el Valle Andaluz del Hidrógeno, el Corredor Vasco del Hidrógeno y el reciente clúster en Alicante—, los ponentes coincidieron en la gran oportunidad de “colaboración” entre ellos, al ser “una aventura” en la que el aprendizaje llega a través de la práctica.
Sin embargo, y a pesar de trabajar en un contexto muy dinámico donde las apuestas tecnológicas todavía son inciertas, los valles de hidrógeno nacionales ya están desarrollando la capacitación de nuevos perfiles laborales. “La gran oportunidad de creación de empleo está en Los operadores que van a trabajar realmente en las plantas”. Hemos anunciado acuerdos de colaboración para facilitar programas de formación profesional dual, donde ofreceremos esa práctica laboral”, aseguró el director de Hydrogen & Clean Power de Cepsa, y representante del valle andaluz, Joaquín Rodríguez Jadraque.
La descarbonización del transporte del futuro
Otro de los temas centrales fue la descarbonización del transporte, que supone un 15% de las emisiones globales de CO2. Si bien el hidrógeno verde es ya una realidad en la industria, en el sector del transporte cada medio se encuentra en un punto diferente y precisa de un marco de regulación específico, según expusieron representantes del transporte por carretera (Grupo Interbus), la aviación (Airbus) y el marítimo (Baleària), así como de las infraestructuras de repostaje (Resato y Air Liquide).
Para el transporte pesado por carretera, el hidrógeno es una gran apuesta para la media y larga distancia. En cuanto al sector marítimo, los grandes barcos de rutas largas requieren un combustible con una densidad energética mayor, siendo los productos derivados del hidrógeno, como el amoniaco o el metanol, los que se alzan como la propuesta más viable e inmediata y que ya se está utilizando.
Respecto a la aviación, desde Airbus aseguraron tener la ambición de “poner en servicio en 2035 el primer avión comercial de pasajeros propulsado por hidrógeno”, pero enfrentan obstáculos como el propio suministro de hidrógeno líquido en los aeropuertos. En estos momentos, a la espera de los desarrollos tecnológicos a futuro para el hidrógeno en la aviación, el combustible más adecuado para lograr la rápida descarbonización del sector es el SAF (combustible sostenible de aviación, por sus siglas en inglés), que consigue reducir hasta un 90% las emisiones respecto al queroseno tradicional.
En definitiva, la conclusión principal del Congreso fue que el hidrógeno verde ha venido para quedarse y para dar respuesta a los desafíos que le plantea la transición energética, por lo que se constata que cuenta con un futuro real y prometedor.
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