Martes, 18 de febrero de 2025
Hace diez años, Juan Mejide Fernández, director general de Insertega (Iniciativa Social Emprendedora de Reciclaje Textil de Galicia), puso en marcha una iniciativa para transformar el reciclaje textil en un entorno inclusivo para todos sus trabajadores. Bajo su liderazgo, la empresa ha implementado soluciones innovadoras dentro de la economía circular, convirtiendo residuos textiles en materias primas para sectores tan variados como la fabricación de hilos, aislamientos, mobiliario o equipamiento comercial.
Su objetivo principal es fomentar la responsabilidad social y la sostenibilidad, aplicando las tres ‘R’: reducir el consumo de recursos naturales, reutilizar prendas en buen estado y reciclarlas para minimizar su impacto ambiental.
¿Qué le inspiró a iniciar este proyecto hace diez años?
Insertega nació como una aventura empresarial entre dos amigos. Queríamos hacer un proyecto que tuviera un peso social y, finalmente, tuvimos que decidir si le dábamos una dimensión empresarial e industrial a este proyecto y lo llevábamos a cabo. Hoy en día, lo hemos transformado en un referente europeo en reciclaje textil.
¿Cómo ha evolucionado su visión del sector del reciclaje textil y la economía circular desde entonces?
La verdad es que, en los últimos cinco años, la evolución ha sido muy muy grande. Hemos pasado de ser reutilizadores de la fracción textil a ser recicladores. Es decir, a transformar en una materia prima para nuevas industrias aquella fracción textil que se puede reutilizar.
¿Qué cambios positivos ha observado en la percepción ciudadana y empresarial respecto a la economía circular y el reciclaje textil?
A nivel ciudadano, como consumidores, hemos notado una mayor concienciación de sostenibilidad y el reciclaje. A nivel empresarial, este cambio ha venido orientado también por la legislación europea. En cualquier caso, hay que quedarse con que hemos sido capaces de evolucionar desde unas tasas de reciclaje muy bajas a unas muy altas.
¿Cómo es el proceso de selección y tratamiento de las prendas que reciben?
Estamos especializados en gestionar fracciones no reutilizables del residuo textil. Lo que hacemos es pasarlo por nuestra línea de lectores que hemos implantado. Son tres tipos de lectores distintos, de tres tecnologías distintas, en las cuales somos capaces de clasificar el residuo textil por composición y por color. Esto es imprescindible para el futuro desarrollo de los proyectos a los que vamos a dedicar esa materia prima.
¿Qué porcentaje logran reutilizar o reciclar? ¿Cómo han enfrentado los desafíos tecnológicos para convertir estos materiales en nuevas materias primas?
Nuestro índice de recuperación actualmente está en torno al 90%. Esto es posible precisamente porque hemos hecho una gran inversión con nuestros socios y proveedores. Al final, todo esto es la suma de distintos colaboradores que trabajamos para desarrollar esas tecnologías necesarias para realizar nuevos productos y materiales que realizamos con residuo textil, que abarcan desde suelos, revestimientos, pinturas…
Estos proyectos son un claro ejemplo de economía circular. ¿Cuál le parece más innovador?
Realizamos infinidad de proyectos circulares, principalmente para empresas. Utilizamos el residuo textil del cliente para crear nuevos productos que quiere poner a la venta o que va a utilizar en sus propias instalaciones. Por ejemplo, estos proyectos abarcan muebles para sus tiendas u oficinas, pinturas, revestimiento para paredes o suelos. Hay infinidad de proyectos en los cuales el objetivo es reducir la huella de carbono que emite el cliente o el productor del residuo.
¿Qué estrategias implementa Insertega para promover un consumo más responsable?
Una de nuestras principales acciones para reducir el consumo de agua es la clasificación, como comentábamos, del residuo por composición y por color. En este caso, al ser capaces de clasificar ese residuo por color en los procesos de la hilatura, nos estamos ahorrando tintar posteriormente esa materia prima. Con eso conseguimos evitar ese proceso, porque el producto ya está clasificado por color. Tenemos la materia prima pretintada.
¿Qué tipo de empresas están mostrando más interés por participar en los proyectos circulares de Insertega?
Inicialmente, las empresas que estaban más interesadas en estos proyectos circulares eran las grandes compañías. Sin embargo, la tendencia en los últimos años es que empresas más pequeñas, tal vez más concienciadas con la sostenibilidad, están implicándose más, dentro de sus capacidades. Ahora, tenemos empresas locales que ya están empezando a hacer sus proyectos circulares, incluso con packaging o uniformidad reciclada.
La Estrategia de la UE para los productos textiles sostenibles busca fomentar un modelo más responsable en toda la cadena de valor del sector textil. ¿Cómo valora Insertega el papel de la colaboración público-privada para implementar esta estrategia?
Para toda esta industria del reciclaje textil, necesitamos grandes inversiones en desarrollo tecnológico y gestión de grandes volúmenes de residuos. Por eso, necesitamos el apoyo de la Administración para que nos ayude a esa búsqueda de nuevas tecnologías, de nuevos procesos en los que seamos capaces de identificar ese residuo textil por composición, por color, como hacemos en Insertega, y, luego, la búsqueda de esas nuevas soluciones. También necesitamos esa legislación que nos apoye a nivel autonómico, estatal y europeo para buscar este desarrollo. Por otro lado, como ciudadanos producimos residuo textil y es la Administración la que debe buscar una solución a estos residuos que producimos. En este caso, es imprescindible que cuenten con empresas como nosotros para desarrollar soluciones.
Además de la sostenibilidad medioambiental, Insertega apuesta por un impacto social positivo. ¿Cómo han integrado los valores de inclusión y equidad en su modelo de negocio, especialmente en la inserción laboral de personas con discapacidad?
Comenzamos realmente como un proyecto social y sigue siendo un proyecto social. No hemos perdido su esencia. El 100% de las personas trabajadoras de nuestra empresa tiene capacidades diferentes. Es decir, ese ADN lo seguimos manteniendo y no es incompatible con una gestión de negocio con sostenibilidad económica. Para nosotros, es imprescindible integrar este modelo laboral y, de hecho, así lo estamos realizando en las nuevas plantas y proyectos que estamos realizando tanto a nivel nacional como europeo.
¿Qué oportunidades globales considera claves para consolidar un sector textil más sostenible y circular?
Creo que estamos en un momento excepcional por la creación del Scrap del textil en el que se están integrando los grandes productores nacionales de moda para buscar una solución a este residuo que producimos. Estamos integrados todos los agentes de la cadena de valor, desde los recicladores, recuperadores, recogedores, recolectores, hiladores, tejedores. En el mundo de la moda creo que es imprescindible esa integración para buscar soluciones globales a este problema que tenemos, que al final es un problema que generamos todos, como ciudadanos y como industria.
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