Martes, 2 de enero de 2024
Con la llegada del nuevo año, muchas personas realizan propósitos para comenzar con buen pie o renovar hábitos de la vida cotidiana. Por ello, para comenzar el Año Nuevo más concienciados con el medioambiente, proponemos adoptar algunos propósitos sostenibles para 2024. Dejamos atrás las anticuadas listas de deseos que hablan de “perder kilos de más”, “reducir nuestro consumo de…” o las que imponen metas hercúleas para el mismísimo 1 de enero: dos ‘hobbies’ nuevos, apuntarnos a tres deportes, dormir nueve horas diarias y no dejar nada para el último día y, en su lugar, tomamos conciencia de cómo todos somos responsables de crear un impacto positivo en la Tierra. Así pues, te proponemos ocho maneras de empezar:
Los bienes que tenemos más cerca tienen un menor impacto en el entorno y ayudan además a la economía local. Por ejemplo, cuando compramos de forma directa un producto de las manos de la persona que lo cultivó, nos aseguramos de que los productores reciben el salario que merecen por su trabajo y ahorramos en transporte y emisiones de CO2. Además, los productos locales ecológicos son más frescos.
Opta por prendas producidas de forma ética y fabricadas con materiales de bajo impacto y de calidad; y recuerda que antes de tirar: arregla, recicla o vende. Puedes hacerlo de forma sencilla a través de aplicaciones web o en tiendas de segunda mano, donde además encontrarás alternativas de moda o ‘vintage’.
A la hora de comprar productos, no te fíes del logo “ecológico”. Recurre a las etiquetas para comprobar, en una acción de segundos, si realmente lo que estás comprando es bueno para el medioambiente. En el caso de los productos alimenticios, busca las certificaciones ecológicas de alimentación, como la Eurohoja o el sello ecológico local de las comunidades autónomas. En el caso de la ropa, fíjate en los materiales que han sido utilizados para la fabricación, así como en la propia marca para comprobar cuál es su compromiso sostenible. Investiga en qué gastas tu dinero y apoya a entidades y empresas que se alineen con tus propósitos sostenibles.
Según cifras de la Agencia Internacional de la Energía, las ciudades representan el 3% de la superficie del planeta, pero son responsables de más del 60% del consumo energético global. Es necesario recordar que apagar la luz y los electrodomésticos de casa cuando no los estemos utilizando, ¡no solo dejarlos en ‘stand-by’!, es una de las mejores formas de ahorrar energía, y más ahora cuando el teletrabajo es una realidad extendida.
Infórmate sobre el funcionamiento de los aparatos que utilizas a diario para economizar su uso. Por ejemplo, aprovecha para hornear varios alimentos al mismo tiempo; desenchufa el móvil o el portátil cuando ya esté cargado; no pongas lavadoras con poca ropa y evita planchar prendas que no lo necesitan.
El conocido impacto del consumo de carne y pescado para el medioambiente ha abierto otras alternativas saludables y más sostenibles para nuestra alimentación. Por ello, y si no estás interesado en dietas vegetarianas o veganas, puedes optar por consumir alternativas vegetales realizadas a través de soja texturizada o legumbres, como la carne vegetal de Heura o Beyond Meat.
El plástico es otra de las grandes crisis de sostenibilidad que afronta el siglo XIX, basta con recordar que, según Naciones Unidas, el plástico representa el 85% de los residuos que llegan a los mares y océanos. ¿Cómo podemos reducir su consumo? Compra alimentos a granel y menos productos empaquetados, como la fruta en bandejas de poliestireno; no aceptes pajitas de plástico en restaurantes; cambia los táperes de plástico por el vidrio; evita a toda costa los productos desechables de plástico, como cubiertos o vasos y pasa, en su lugar, del “un solo uso” al “multiusos”.
La elección de nuestro transporte diario tiene un gran impacto en el medioambiente. Esto no solo es optar por caminar, el transporte público, la bicicleta o elegir compartir el coche. Y tampoco se reduce a apostar por un vehículo eléctrico o híbrido, sino que se trata de repensar cómo planear tus vacaciones de forma más sostenible.
Si emprendemos un viaje para disfrutar de una fauna y una flora inigualables, es nuestro deber poner todo de nuestra parte para preservarlo. Para ello, escoge actividades o tours que promuevan prácticas respetuosas y estén concienciadas con el medioambiente. Asimismo, aprovecha la oportunidad para concienciarte de manera real sobre tu destino y apoya sus proyectos comunitarios. En definitiva, deja el lugar mejor de lo que lo encontraste.
A menudo abandonamos nuestros propósitos de Año Nuevo cuando sentimos que, aunque nos sigan importando, es un arduo camino que realizamos solos y nos resulta más duro. Ante esta situación, rodéate de personas que impulsen tus causas para mantenerte motivado y esperanzado por el mejor de los cambios. Por ejemplo, apúntate a un equipo de ‘plogging’, una práctica que combina el ejercicio al aire libre con la recogida de residuos.
Ser más sostenibles no debe acotarse a una sola época del año. En su lugar, se trata de adoptar un nuevo estilo de vida que conllevará tiempo, determinación y esfuerzo durante los siguientes 365 días. Así, para comenzar el 2024 siendo -esta vez sí- una mejor versión de nosotros mismos, lo principal será estar informados, saber cuál es el impacto de nuestras acciones futuras y no desistir ante los esfuerzos que requiere cuidar y respetar nuestro planeta. Un propósito de Año Nuevo que merecerá la pena.
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