Jueves, 30 de noviembre de 2023
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), que arranca hoy en Dubai y se prolonga hasta el 12 de diciembre, inicia su andadura con varios temas históricos sobre la mesa, como la descarbonización del sector energético o el Fondo de Pérdidas y Daños, pendiente de pasadas ediciones. También será el momento de realizar un Balance Global para analizar cómo avanza el Acuerdo de París y adoptar las medidas necesarias que ayuden a lograr los objetivos climáticos.
Por ello, muchos creen que la financiación será piedra angular de esta cumbre, en la que podría revisarse el trasvase de fondos desde los países ricos a los países en vías de desarrollo para acciones relacionadas con el cambio climático que, en estos momentos, está fijado en 100.000 millones dólares al año.
Y en esta línea, consideran fundamental impulsar y definir los detalles del fondo de Pérdidas y Daños, cuya creación tuvo lugar en la pasada COP27 de Egipto (COP27). Según los datos de la OCDE, en 2021, la financiación climática sumó 89.600 millones de dólares, de los que 73.100 millones procedieron de fuentes públicas, que duplicaron su aportación, mientras que el capital privado contribuyó solo con 14.400 millones, el 16% del total.
Los participantes esperan negociaciones muy duras y decisiones muy difíciles para recuperar el camino correcto y cumplir con el mandato propuesto para 2030. Todos esperan también que, durante la cumbre, se presenten las conclusiones del informe encargado por las presidencias de la COP27 y la COP28 para hacer balance de la brecha de financiación climática y determinar acciones críticas para movilizar la inversión necesaria para realizarlas.
Este tema es una reivindicación larga en el tiempo por los países del Sur Global, que quieren terminar de darle forma a varios aspectos como quiénes deberán hacer las aportaciones. La Unión Europea y Estados Unidos defienden que se incluya a naciones que hace 30 años eran considerados “en desarrollo” pero que ahora son potencias económicas, señalando a China sin nombrarla.
Por otro lado, han pasado ya ocho años, es decir, siete reuniones de la COP, desde que se firmó el Acuerdo de París (COP21, 2015) que proporcionaba a los países una ruta para la mitigación y adaptación al cambio climático, creando un marco que sirviese no solo como mecanismo de control, sino también para aportar información transparentes sobre los objetivos climáticos. En septiembre, en su primera evaluación técnica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) advirtió de que el camino para cumplir con el Acuerdo de París y contener el calentamiento global por debajo de los dos grados está desorientado. Así pues, ahora, asistiremos a la negociación política de este Balance Global, para ver dónde estamos y qué medidas hay que adoptar.
Según los científicos, acotar el calentamiento pasa por acercarse a las cero emisiones netas en 2050, para lo cual demandan una transformación sistémica de todos los sectores, el abandono de los combustibles fósiles y el fomento de las renovables, entre otras propuestas.
Todas ellas las conocerán de primera mano la lista de personalidades que acudirán a Dubai, donde se esperan cerca de 140 jefes de Estado y de Gobierno, con la más que presumible ausencia del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la ya confirmada del Papa Francisco, que no podrá viajar por prescripción médica. Sí estará el titular de la corona británica, Carlos III, quien ya representó a su madre la reina Isabel II en la COP26 organizada hace dos años en Escocia.
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