Martes, 12 de diciembre de 2023
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) de Dubái, espacios como la Amazonía elevan su voz para lograr apoyos. Los Bancos Públicos de Desarrollo de la Coalición Verde advirtieron que uno de los grandes desafíos de la sociedad es reforestar el Amazonas, hogar del 30% de la fauna y la flora salvajes del mundo y en la que viven 40 millones de personas con 385 pueblos indígenas y 71 de ellos en completo aislamiento. En los últimos 20 años, este pulmón del planeta perdió más de 50 hectáreas de bosque, por lo que sus defensores reclaman cambiar los modelos de explotación, mejorar la escalabilidad de los negocios, respetar a la comunidades locales y generar acuerdos ambientales y socialmente responsables.
Otro de los grandes debates de esta reunión volvió a ser el agua y su gestión. Según ONU Hábitat, 884 millones de personas no tienen acceso a agua potable segura y el 40% de la población mundial carece de acceso a saneamiento básico, mientras que se espera que en 2030 la demanda de este recurso alcance un 40% más que la actual. En esta edición, Países Bajos y Tayikistán lideraron la acción colectiva sobre el agua y el clima que, entre otros propósitos, tuvo la responsabilidad de hallar medidas para restaurar el 30% de las reservas de agua dulce en la próxima década.
Así, naciones como Jordania plantearon el desarrollo de un proyecto de desalinización de agua del mar Rojo para combatir la sequía, para que posteriormente se pueda replicar en otros lugares. Por último, la delegación internacional de WaterAid estipuló que se necesitan al menos unos 600 millones de euros para que actúen “como catalizador” inicial y que otros sectores proporcionen inversiones transformadoras en la gestión sostenible del agua.
Relacionado con este tema, también tuvieron lugar diferentes sesiones para analizar la relación entre agricultura y clima. Para los expertos, el cambio climático socava aún más la seguridad alimentaria y tiene consecuencias directas para la cohesión comunitaria y el desarrollo económico. En esta línea, la Presidencia de la COP28 anunció en estos días que 134 líderes mundiales han suscrito una declaración sobre agricultura, alimentación y acción por el clima, junto con la movilización de más de 2.500 millones de dólares en financiación para apoyar la seguridad alimentaria y una nueva asociación entre los Emiratos Árabes Unidos y la Fundación Bill y Melinda Gates para acelerar el desarrollo de innovaciones en los sistemas alimentarios en su adaptación al cambio climático. Además, cinco países -Brasil, Camboya, Noruega, Sierra Leona y Ruanda- presentaron la Alianza de Campeones para la Transformación de los Sistemas Alimentarios, con el objetivo de lograr un acceso “universal” a dietas asequibles, nutritivas y sostenibles en esta década.
Y en la temática legal que afecta al clima, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) alertó en Dubái que los delitos que afectan al medioambiente -como la deforestación ilegal, la contaminación marina o el tráfico de especies silvestres- contribuyen a la rápida degradación de los ecosistemas.
Todos ellos, temas que giran en torno a una misma idea central: la necesaria acción para asegurar la sostenibilidad y un futuro mejor para nuestro planeta.
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