Jueves, 25 de mayo de 2023
Nueve de cada diez empresas de nuestro país desarrolla acciones sostenibles, según el informe ‘Contribución de las empresas españolas a la Agenda 2030: resultados de la consulta empresarial sobre desarrollo sostenible’, elaborado por el Pacto Mundial de Naciones Unidas, que evidencia un crecimiento ante estos compromisos en más de 2.500 empresas. El conocimiento empresarial de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030 pasó del 69% en 2018 al 86 % en 2022; el 57% del sector privado dispone de una persona o departamento especializado en sostenibilidad y la mitad de las empresas (49%) vincula su rendimiento sostenible con una mejora en sus datos económicos. Algunas grandes compañías, como Cepsa, ya cuentan con Planes de Empleado Sostenible específicos con el objetivo de impulsar el impacto positivo de su actividad.
En la relación con el entorno laboral, la pandemia ejerció un punto de inflexión a causa del confinamiento, que obligó a implantar el teletrabajo durante un corto período, que se ha mantenido en el tiempo en muchos casos. Este nuevo modelo híbrido mejora la conciliación laboral y repercute positivamente en el medio ambiente, objetivos claves en la sostenibilidad junto a la digitalización, el impulso de las renovables y la economía circular.
Evitar los atascos, reducir la contaminación del transporte y ahorrar en consumo energético en las oficinas son algunas de las ventajas de esta nueva forma de trabajo, válida para 12,65 millones trabajadores, un 55% de la población activa de España, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). ¿Cómo sería la fórmula para conseguir un entorno de trabajo sostenible?
Más movilidad verde
Aunque el uso privado del vehículo sea la opción preferida para un 53% de la población a la hora de desplazarse al lugar de trabajo, existen alternativas para hacer la movilidad más sostenible:
- Transporte público. Desde el punto de vista energético, su uso es “cuatro veces más eficiente por pasajero transportado” en comparación con el coche particular, mientras que “por cada euro invertido en él, se generan cinco euros para la economía”. Las subvenciones al uso del transporte público -e incluso la gratuidad en algunas empresas- o la puesta a disposición de un servicio de autobuses con diferentes rutas y horarios para los empleados son algunas de las opciones para que decidan dejar el coche en casa.
- Incentivos al vehículo eléctrico: Una reducción en el precio del vehículo eléctrico a través de subvenciones o incentivos por parte de la empresa puede resultar determinante para acceder a su compra.
- Parkings con punto de recarga eléctrica. Tanto la incorporación de puntos de recarga eléctrica como la reserva de plazas para estos vehículos suponen un aliciente para que los empleados apuesten por modelos menos contaminantes en sus desplazamientos diarios.
- Nueva política de viajes: En la Unión Europea, el avión produce casi 38 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que el tren. Por ello, conviene sustituir en el trabajo los viajes aéreos por los ferroviarios siempre que sea posible. Además, la compensación de la huella de carbono de estos desplazamientos a través de acciones positivas para el medio ambiente es una modalidad habitual hoy en día en el tejido productivo de España.
- Cambio de flota en la empresa. El 84% de las empresas españolas piensa adoptar tecnologías electrificadas en los próximos tres años y el 58% elegirá el modelo híbrido, tal y como se desprende de la decimocuarta edición del estudio anual 'Arval Mobility Observatory'. Entre las preocupaciones del sector destaca la concienciación medioambiental para reducir las emisiones (49%); disminuir el gasto de combustible (44%); cuidar la imagen pública de la compañía (41%) y la posibilidad de conducir en zonas restringidas al tráfico en las ciudades (39%).
- Bicicleta. ¿Imaginas recibir dinero por ir en bicicleta al trabajo? La compañía Liberty Seguros arrancó en 2016 la propuesta ‘En Bici al Trabajo’, con la que incentivaba a sus trabajadores con 0,37 euros por kilómetro realizado en este medio eficiente, cómodo y saludable. Hasta el año 2020 “más de cien compañeros han recorrido una distancia total de 219.000 kilómetros” cuenta la responsable de Experiencia de Empleado en Europa de la aseguradora, Beatriz Ortega, quién estima que la iniciativa ha ahorrado 26.000 toneladas de emisiones de CO2 al medio ambiente.
Más cultura del reciclaje
La regla de las tres erres —reducir, reciclar y utilizar— es una máxima a tener en cuenta por las compañías para optimizar la vida útil de sus productos frente a las necesidades del planeta en el siglo XXI.
- Separación de residuos. Convertir las oficinas en Centros de Trabajos Sostenibles (CTS) es la iniciativa con la que Ecoembes ayuda, desde 2017, a implantar “la recogida selectiva de envases en sus instalaciones” proporcionando a los centros la información para una correcta separación. Desde entonces, 5.541 centros se han sumado, a los que se han entregado “más de 17.100 papeleras amarillas (para envases de plástico, metal y brik) y 18.100 papeleras azules (para papel y cartón)”, informan desde la organización.
- Evita derrochar papel. El papel siempre es uno de los elementos ligados a la oficina. De la misma forma que el email ha sustituido a la carta tradicional, la digitalización favorece la paulatina reducción del uso de este material. Mientras que los empleados pueden optar por presentaciones en pantalla o la lectura de archivos digitales en lugar de imprimirlos en papel, las empresas pueden fomentar su ahorro utilizando hojas recicladas y facilitando lugares de recogida especial con los que contribuir a su reutilización. En el caso de que sea imprescindible la impresión en papel, configurar la impresora a doble cara evita un gasto innecesario del mismo.
- Eliminación de plásticos. Pequeñas acciones como llevar a la oficina un termo para el agua o una taza y un vaso para el café resultan útiles para no usar sistemáticamente plásticos de un solo uso.
- Restauración sostenible. Ya en el momento de la comida, ofrecer servicios de restauración sostenible con productos de proximidad o menús elaborados a partir materias ecológicas contribuirán a promover un consumo más responsable y con menor impacto ambiental.
- Estirar la vida útil de los aparatos electrónicos. La llave de los buenos hábitos de reciclaje reside en la idea de pasar de un modelo lineal —de usar y tirar— hacia uno circular, donde se brinde una segunda a todos los recursos. Por ello, ante cualquier cambio requerido, la empresa debería contemplar la reparación de los aparatos electrónicos antes de comprar otros nuevos, siempre que su vida útil todavía tenga un recorrido. Otras opciones, como la donación de equipos informáticos en buen estado para darles una segunda vida, cubren el objetivo de la sostenibilidad y la acción solidaria.
Menor consumo energético
La iluminación, la climatización y la electricidad de los equipos ofimáticos son responsables del 50% de la energía consumida en el sector servicios, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Con el incremento de los costes de la energía, el ahorro por parte de la empresa es necesario para cumplir el binomio sostenibilidad-economía. En ese sentido, ¿cómo pueden las empresas disminuir su consumo de puertas para dentro?
- Iluminación. El aprovechamiento de la luz natural es una de las soluciones más sencillas para evitar realizar un gasto energético innecesario; apagar las luces de los espacios comunes cuando no están en uso podría ahorrar hasta un 10% del consumo total de la oficina. Además, la compañía Energy GO aconseja sustituir bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo, con una vida útil ocho veces superior y un gasto menor de “hasta el 75%”.
- Climatización. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), apunta a la regulación de la temperatura en la oficina como la responsable de un 54% del gasto energético. Apagar dispositivos inactivos ayuda a rebajar la temperatura; programar la climatización —entre los 23 y 26 ºC en verano y los 20 y 24 ºC en invierno—; y controlar el encendido de luces a ciertas horas son algunos hábitos a tener en cuenta para no desperdiciar energía en la oficina.
- Ofimática. A pesar de que el empleo sistemático de aparatos electrónicos repercute en un 20% en el consumo de electricidad en el trabajo, es posible hacer más eficiente su uso, como utilizar los ordenadores solo cuando sean necesarios, regular el nivel de brillo y prolongar la duración de la batería. Muchas empresas han optado ya por cambiar los equipos de mesa por portátiles, capaces de consumir la mitad de electricidad en el mismo periodo de tiempo.
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